Alfonso Portela es el abogado de Daniel Quintero para enfrentar la revocatoria que adelantan los ciudadanos de Medellín.

Ese mismo Alfonso Portela fue mencionado en un artículo del diario El Espectador, en abril del año 2010, por una presunta “Registraduría Paralela” que se especializaba en “salvarle” la curul a candidatos que se quemaban en las elecciones del Congreso de Colombia.

Exactamente la misma acusación que unos años más adelante presentó Andrés Guerra Hoyos contra Alexander Vega, hoy registrador Nacional del Estado Civil.

A Guerra, extrañamente, se le disminuyó la votación durante la noche de elecciones, proceso que lo llevó a perder finalmente su curul en el Senado.

Puede leer: https://rutanoticias.co/index.php/2019/08/31/alexander-vega-necesita-misericordia/

En el año 2010, Alfonso Portela, Carlos Ariel Sánchez y Yesid Villarraga, aparecen reseñados en el artículo de El Espectador sobre una “Registraduría Paralela” que, previo el pago inicial de 500 millones de pesos, ayudaba a que los candidatos recuperaran sus votos y lograran su curul.

Esa asesoría se hacía a través de la empresa Procesos Electorales.

En el artículo se señalan cosas “curiosas” que hacía la empresa de Alfonso Portela:

“… dejan entrever que, si la Registraduría legalmente dejaba mal parados a algunos candidatos, internamente había quien les tirara un salvavidas para impedir su naufragio”, dice El Espectador.

Pero el candidato era disimuladamente presionado para que tomara una decisión rápida sobre si pagar o no los 500 millones de pesos y así “recibir la asesoría y apoyo para salvar la curul:

“… aclaró de qué manera le habían advertido que básicamente la opción de cambios se concretaba en la información contenida en los formularios E-24, y que en cualquier otra etapa era imposible modificar cualquier resultado…”, agrega el diario.

Lea aquí la denuncia de El Espectador «Una Registraduría Paralela»: https://www.elespectador.com/investigacion/una-registraduria-paralela-article-196711/

¿Quién defiende al nuevo samuel moreno?

Curiosamente, ese año los resultados finales se demoraron en salir oficialmente, como si se necesitara esperar a ver quién contrataba a la empresa.

Carlos Ariel Sánchez, fundador de la empresa, y en ese momento Registrador Nacional, pidió perdón por la demora.

Y, aparentemente, los resultados fueron publicados justo cuando otros tres candidatos casi quemados pagaron los 500 millones de pesos.

Hoy Sánchez y Portela tiene una empresa llamada Tecnología y Servicios Electorales y, según sus propias declaraciones, muchos amigos al interior de la Registraduría.

Y Alfonso Portela es abogado de Daniel Quintero, a quien llaman “el nuevo samuel moreno”, como si esos personajes estuvieran determinados a unirse siempre.

Y manejar el país como les dé la gana.