En medio de los tres momentos humanos que llevaron al Gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, a suspender la lectura de su discurso de posesión, el mandatario también dedicó parte sus palabras a definir, como dice el himno de Antioquia, que los antioqueños llevan el hierro entre las manos porque en el cuello les pesa.
Primero: ¿por qué momentos humanos?, porque Andrés Julián Rendón se fue al llanto cuando recordó la formación que le habían dado sus padres y también cuando contó que ser Gobernador de Antioquia era un sueño de mucho tiempo.
Esos momentos humanos, dieron paso a mostrar un talante fuerte, cuando dijo verdades concretas al presidente Gustavo Petro para que entienda que Antioquia lo apoya, pero no se le hinca.
“El gobierno nacional, movido por lo que parecen ser temas ideológicos, ha anunciado su negativa de financiar lo que falta de las autopistas de las montañas. Argumentan que carecen de la plata necesaria para hacerlo. Sin embargo, ningún gobierno ha tenido tanta plata como este… Un mensaje para el Gobierno Central: si a Antioquia no la apoyan, por lo menos que dejen trabajar. Porque como decimos en esta tierra: hoy “ni rajan ni prestan el hacha”. Si no quieren terminar las Autopistas de la Montaña, que nos las entreguen; aquí las terminamos”, señaló.
También, cuando criticó la falsa paz que se quiere aplicar con bandas criminales, narcotraficantes y guerrillas:
“Llego a la gobernación en circunstancias difíciles y turbulentas para la patria. Espero sortear los escollos que se vislumbran”, dijo.
¿Cuánta burocracia creó Aníbal Gaviria?
Además, criticó la burocratización del departamento, que tiene hoy 500 cargos de contratos de alto nivel, (de los cuales dijo que solo utilizará 300 para ahorrarse así 50 mil millones de pesos al año) y de señalar que combatirá el hambre que agobia a 2 millones de antioqueños, dedicando el impuesto vehicular que se cobra cada año a programas de alimentación.
Finalmente, también dedicó unos minutos a su orientador político, al señalar que “mi único compromiso es con el hombre que nos devolvió la tranquilidad, presidente de presidentes, Álvaro Uribe Vélez”.