45 minutos se demoraron dos secretarios de despacho de la Gobernación de Antioquia explicando los aparentes robos y la malversación de dineros públicos en el contrato de construcción del autódromo de Medellín, durante la gobernación de Luis Pérez, pero culminadas las críticas a esos inútiles y desventajosos contratos, se fueron a “inaugurar” la pista en sus vehículos oficiales y con gasolina pagada por los contribuyentes.
Según Juan Pablo López, y el gerente del Indeportes, Carlos Ignacio Uribe, la fase de contratación del autódromo de Medellín estuvo sujeta a sobrecostos exagerados, lo que es cierto, a contratos manipulados que no se cumplieron, lo que es evidente, y a gastos inútiles y malversación de dineros públicos, que son claros, por lo que hoy están perdidos cerca de 112 mil millones de pesos.
Incluso, hoy esos contratos, y la malversación de dineros públicos, están bajo investigación de las entidades de control.
Pero, tras las críticas a Luis Pérez y esa malversación de fondos públicos, fue curioso ver a los funcionarios de la Gobernación de Antioquia “inaugurar la pista en sus lujosos, voluminosos y “gastones” carros oficiales. A muy alta velocidad en las rectas y curvas, situación de conducción para las cuales esas camionetas no son totalmente aptas.
Preguntas para la Gobernación de Antioquia, la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República y la Contraloría General de Antioquia:
Si por la alta velocidad se hubiera presentado un accidente, ¿sería accidente laboral?
En un eventual accidente, ¿Quién habría pagado los daños de los voluminosos vehículos?
¿Pueden los funcionarios públicos utilizar gasolina oficial en “sus gustos”?
¿Si esa pista, y sus curvas, aún están en construcción, ¿Quién garantiza que se pueden usar?
¿La gasolina oficial da mejor octanaje para correr con ella?
Vea aquí la inauguración del Autódromo de Medellín con gasolina oficial: