El bajón de la economía colombiana se siente en los bolsillos y en la intención de compras futuras de los ciudadanos.

La destrucción de la economía por Gustavo Petro y los anuncios del propio mandatario o de sus funcionarios, entre otras dinámicas económicas, están creando un clima de zozobra que afecta el “positivismo” de los colombianos frente al futuro personal y del país.

“Incluso, que el año 2022 cerrara con una inflación del 13,12%, la más alta en las últimas dos décadas, genera, por ejemplo que, según el “Latam Consumer and Shopper Update” realizado por Bain & Company, el 75% de los consumidores colombianos estén extremadamente preocupados por el aumento del costo de vida que ha afectado su poder adquisitivo”, dice el boletín de prensa.

Lo anterior se ve reflejado en que el 97% de los encuestados afirmaron que han sentido que los productos que adquieren regularmente se han encarecido, una percepción que supera a la de otros países de América Latina como México (94%), Argentina (96%), Brasil (93%), Chile (95%) y Perú (95%).

Por otro lado, los sectores que más sensación de encarecimiento reportaron fueron los de alimentos (74%), energía doméstica (47%), productos de cuidado personal (45%), restaurantes (43%) y transporte (43%).

Para Catalina Fajardo, socia de Bain & Company, “el mercado local hoy se está enfrentado a la reconfiguración de la conducta  de los individuos causado por un ambiente de incertidumbre. En ese sentido, hoy hay un desafío importante tanto para las compañías como para el sector público, puesto que el aumento en los precios al consumidor puede desencadenar una recesión económica que terminaría afectando el crecimiento económico del país”.

¿Qué hacer ante el bajón de la economía colombiana?

Ante este panorama, la estabilidad económica del bolsillo se ha convertido en una prioridad para los colombianos, pues según el informe, el 76% de ellos están reduciendo o planeando reducir sus gastos, impulsados principalmente por el costo de vida, el deseo de ser más sostenibles invirtiendo  menos, el pago de deudas, el ahorro y el recorte de gastos. 

Así mismo, los consumidores tienen una mayor preocupación por el bienestar financiero de sí mismos, el de sus seres queridos y connacionales en un 74%, 74% y 68%  respectivamente.

Por tal razón, los expertos señalan que prácticas como la eliminación por completo de determinadas compras, reducción de gastos, realización de tareas de forma autónoma, actividades dentro del hogar y un menor consumo de energía eléctrica, son las estrategias que las personas están implementando para conservar una mayor estabilidad financiera en el marco de la coyuntura económica.

Entre tanto, para las empresas, los expertos de Bain aseguran que una estrategia exitosa para las compañías podría ser racionalizar y optimizar la venta de productos para mitigar los impactos en la oferta e impulsar el crecimiento. “En ese orden de ideas, los líderes empresariales deberán equilibrar de manera proactiva las inversiones sobre la cadena productiva en un entorno de bajo crecimiento y de alto costo, mediante el desarrollo de acciones de mitigación que aborden de forma paralela las necesidades actuales, y desarrollen flexibilidad y agilidad para el futuro”, concluyó Fajardo.