Braulio Espinosa, el alcalde de Envigado, Juan David Palacio, gerente del Área Metropolitana y James Gallego, de Metroplus, tomaron la motosierra, tan usual para algunos personajes, y acabaron con siete años de concertación con la comunidad y de paso con cerca de 30 árboles del llamado Túnel Verde.
Su decisión este 26 de diciembre, en un día en que muchos descansaban de la noche buena, fue casi al escondido, pero tan predecible como el intento que ya había tenido el anterior alcalde de Envigado, Raúl Cardona, de cortar los árboles y darle paso a una obra suspendida desde el año 2013, ante una acción popular de la comunidad que preveía cómo iba a cambiar su calidad de vida.
Desde la semana anterior, un fallo a favor de la Alcaldía de Envigado había permitido que las obras en el llamado tramo B continuaran.
“Me gusta el debate sincero y con datos reales, no comparto la oposición a un gran proyecto de cuidad que después de 7 años de debate llegó el fallo final de un tribunal que le dio la razón al Municipio para proceder con la obra y así evitar más pérdidas asumidas por la comunidad”, señaló el Alcalde de Envigado.
Las obras fueron suspendidas en el 2013, durante el mandato de Héctor Londoño y seguirán ahora con Braulio Espinosa como alcalde, con un sobrecosto cercano a los $15 mil millones.
Ahora el turno será para lo que queda del túnel verde en el sector de Medellín, desde La Aguacatala hasta La Frontera.
Allí, cientos de árboles deben ser cortados para que el Metroplús conecte a la capital paisa con Envigado.
Y después, los 3.600 árboles que se deben cortar para construir el Metro de la 80.