Cada mes se presentan, en promedio, 2.767 casos de Bullying en Colombia, según el informe más reciente de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, realizado entre enero de 2022 y abril de 2023.
Preocupados por esas cifras del Bullying en Colombia, especialistas del Politécnico Grancolombiano elaboraron una serie de recomendaciones para ayudar a los jóvenes agredidos y a sus familias.
Natalia Turriago, docente de Psicología del Politécnico Grancolombiano, explica que el bullying se trata de un comportamiento de acciones negativas dirigidas hacia una persona específica. El propósito de estos comportamientos es intimidar o causar daño, especialmente a nivel emocional, físico o social. Este comportamiento suele estar asociado con un desequilibrio de poder, donde el agresor tiene ventaja sobre la persona intimidada.
En el ámbito global, Colombia resalta como uno de los países con un marcado incremento en los casos de bullying. Según el informe más reciente de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, desde enero de 2022 hasta abril de 2023, el país no ha experimentado mejoras significativas en esta problemática. Con un total de 41.500 casos registrados, Colombia se sitúa en el noveno lugar entre los países con mayor incidencia de bullying.
Este dato revela una realidad impactante: siete de cada diez estudiantes colombianos son víctimas de este acoso, lo que significa que al menos el 32 % de los alumnos de colegio han experimentado algún tipo de maltrato, especialmente en la etapa de los 15 años.
El informe también detalla que el 15,9 % de los estudiantes manifestó haber experimentado estigmatizaciones en actividades grupales, el 18,1 % reportó burlas y el 11,2 % indicó haber sido golpeados o empujados por otros estudiantes.
¿Cómo identificar si un niño es víctima de bullying?
La psicóloga y docente, Natalia Turriago, esclarece que el bullying implica a tres actores principales: el acosador, el acosado y los espectadores, manifestándose en episodios de violencia y comportamientos sistemáticos como agresión, ridiculización, difamación, coacción, aislamiento y otras prácticas.
Respecto a los signos de alerta, la psicóloga explica que son diversos y pueden manifestarse de manera variada. Entre los indicadores comunes están: cambios repentinos en el comportamiento del niño, disminución en su rendimiento académico, falta de interés por asistir a entornos escolares o educativos, regresar del colegio a casa sin pertenencias, problemas de salud sin explicación médica aparente, cambios en el patrón de sueño, aislamiento social y la expresión de sentimientos o sensaciones de temor.
Cuando los padres identifican que sus hijos son víctimas de bullying, es crucial tomar medidas rápidas y efectivas, involucrando a los docentes y directivos de la institución educativa. Abrir un diálogo con los hijos es fundamental para comprender su experiencia y fomentar un ambiente de apoyo en casa, fortaleciendo los vínculos afectivos y asegurando que no se sientan solos.
En casos de impacto significativo en la salud mental y física de los hijos, es importante buscar asesoramiento profesional.
Además, es esencial educar a los niños sobre cómo reconocer situaciones potencialmente violentas, no solo para ellos mismos, sino también para los demás. Con demasiada frecuencia, ciertos comentarios, acciones o comportamientos perjudiciales se normalizan en entornos escolares. Por lo tanto, capacitar a los niños les permite reconocer si ellos, sus compañeros o amigos están siendo agredidos y, lo que es igualmente importante, informar de inmediato a un adulto responsable o a un docente para que pueda intervenir oportunamente y manejar la situación.
¿Dónde reportar un caso de Bullying en Colombia?
Es fundamental recordar que a nivel nacional existe una línea específica para reportar casos de acoso escolar, la línea 141 del ICFB (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), y también se puede contactar a través del correo electrónico atencionalciudadano@icbf.gov.co.
La docente del Politécnico Grancolombiano enfatiza que las instituciones educativas tienen la responsabilidad no solo de identificar casos de bullying, sino también de implementar protocolos que aseguren una atención rápida y efectiva y por eso destaca la importancia de establecer las siguientes medidas para abordar y prevenir el acoso escolar, con el objetivo de promover un ambiente seguro y saludable para todos los estudiantes:
Es fundamental realizar una investigación exhaustiva del caso, recopilando suficiente información y abrir canales de comunicación amplios con los niños, niñas, adolescentes y sus familias, logrando así un panorama completo de lo que está ocurriendo.
Tomar medidas eficaces y decisivas para detener cualquier situación de vulnerabilidad o acoso, garantizando la seguridad y el bienestar de todos los estudiantes involucrados.
Establecer una comunicación estrecha y efectiva entre la institución educativa y los padres de familia o cuidadores, para brindar un apoyo integral a los estudiantes afectados y para trabajar en conjunto en la prevención de futuros incidentes.
Las instituciones deben establecer consecuencias claras a nivel disciplinario ante situaciones de bullying, promoviendo un ambiente escolar seguro y respetuoso.
Es esencial que las instituciones faciliten y brinden apoyo emocional, psicológico y psicosocial tanto a la víctima como al agresor, reconociendo que ambas partes tienen derecho a recibir ayuda, abordando no solo las consecuencias inmediatas del acoso, sino también identificar posibles situaciones subyacentes que pueden contribuir al comportamiento agresivo.
Implementar medidas preventivas para evitar futuros incidentes de bullying en las instituciones educativas, para mitigar el riesgo de violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
¿Cuántas personas se suicidan por Bullying en el mundo?
Esta problemática afecta a niños, niñas y adolescentes a nivel mundial, planteando un desafío significativo para la sociedad actual.
Y es que no es solo el Bullyning en Colombia, es en el mundo. Las estadísticas son reveladoras: cada año, más de 200.000 vidas se pierden a causa de este flagelo, ya sea por homicidios directos o por la inducción al suicidio.