Hidroituango vive a este mediodía de martes una nueva emergencia, al cerrarse la compuerta uno de la central eléctrica. Las siguientes 48 horas serán las críticas para saber exactamente qué pasa al interior de la montaña, los efectos sobre la presa y sí el proyecto es viable o no, después de gastar 12 billones de pesos en su construcción.

Después de cambios en las variables que obligan al monitoreo las 24 horas del día de la presa, la casa de máquinas, las compuertas, la montaña interna y externamente y el caudal del Río Cauca, EPM, como constructor de la obra, decidió adelantar el cierre de la compuerta uno de Hidroituango.

La medida fue de tanta urgencia que no fue informada la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, la cual anunció la apertura de una investigación administrativa contra EPM y sus directivos.

Cerrada la compuerta uno de Hidroituango, viene la fase dos. Como el caudal del Río Cauca bajará a niveles mínimos, 700 pescadores y 300 integrantes de la Policía y el Ejército recorrerán el trayecto del río, desde la presa, para “recuperar” los peces que se quedaron sin agua y llevarlos a sitios donde las aguas del afluente les permitan sobrevivir.

Como siempre, Empresas Públicas de Medellín, a través de su gerente Jorge Londoño de la Cuesta, aseguró que “cambios en las condiciones del proyecto” llevaron al cierre anticipado de la compuerta uno de Hidroituango, sin especificar la gravedad de esos cambios.

En mayo del 2018, las aguas del río Cauca se desviaron hacia la sala de máquinas, para prevenir que el caudal tirara “abajo” la presa y que inundara los siete municipios de Antioquia y Córdoba que están más cercanos a la vera del río, con la consecuente tragedia humana para los pobladores.

El 16 de enero la “ingeniería del desespero”, que utilizan Londoño de la Cuesta y EPM llevó al cierre de la compuerta dos, ante la aparición de una caverna interna por donde estaría fluyendo el agua que llegaba hasta la casa de máquinas. Producto del cierre de los túneles de desviación, los cuales nunca debieron cerrarse, según los ingenieros entrevistados. Pero Londoño y EPM si lo hicieron.

Ante el silencio de EPM sobre las reales causas del cierre anticipado de la compuerta uno de Hidroituango, se conocieron tres presuntas causales de la emergencia. Una que la caverna descubierta a principios de enero del 2019 creció internamente, con la consecuente erosión de la montaña y la casa de máquinas, dos que aparecieron otras, lo que significaría que la montaña tiene varias “cavernas” o “socavones” sin conocer el daño que producen diariamente en la montaña y tres que la decisión se dio luego de que la firma Integral presentara un preocupante estudio de la resistencia de la estructura de captación.

Sea cual sea la real causa, Hidroituango, las poblaciones cercanas al río Cauca, la fauna que habita el río y Empresas Públicas de Medellín, como constructor y responsable de la obra, entran en 48 horas de crisis, sin saber cuál será el desenlace.