El coronavirus en Colombia deja, hasta el momento, 803 muertos, pero también la quiebra de negocios históricos y el cierre de comercios pequeños, y grandes.

Eso dice Gardeazábal en sus “crónicas del Enchuspado”, afirmando que el panorama es el peor, y por donde se mire el coronavirus en Colombia solo deja quiebras y más quiebras.

Así escribe Gardeazábal, para www.rutanoticias.co:

«Se avecina el levantamiento de la cuarentena para todos los menores de 70 años.

Los rebrotes en Bogotá y la previsible falta de camas UCI en el Distrito tienen nerviosos a los mocosos que nos gobiernan y a sus asesores fantasmas.
Se corre el riesgo entonces que una vez más la Casa de Nariño recule y amplíe la cuarentena después del lunes.

Disculpas las tienen los mocosos cuando se da orden de engañar al respetable. Pero si de verdad ratifican el comienzo del reinicio de Colombia el 1 de junio, no podrán echar en saco roto el auge inusitado, pero explicable, de Cartagena con más de 100 muertos por la peste mientras se baila y parrandea en las barriadas espantando con música y licor el hambre y el desempleo.

Ni mucho menos podrán descuidar el desorden que agobia a Cali donde han hecho un sancocho entre desobediencia, cultura fiestera y un alcalde angustiado haciendo y corrigiendo decretos mientras ningunea a todos sus secretarios para que nadie haga sombra a su pedestal.
Pero lo que sí tendrán, cualquiera que sea finalmente lo que pase el lunes, es una alacena de quiebras que o nos harán cambiar de dietas costumbres y esperanzas o nos llevarán a una depresión económica como no la vivieron nuestros abuelos en 1930.

¿Es el peor momento del coronavirus en Colombia ?

El hecho de que Avianca y Latam las dos aerolíneas con más vuelos domésticos en Colombia se hayan acogido a la ley de quiebras de Nueva York y que si a Air Colombia, Satena y Easy Fly nos las dejen volar y que a los buses intermunicipales no les permitan circular, nos pone en peligro de no volver a tener intercomunicación suficiente y que buses, aviones y terminales de pasajeros se vayan también a la quiebra y no alcancemos ni tan siquiera a recordar lo que eran hasta febrero de este año.

Y ni qué decir de esos aeropuertos y terminales que viven del arriendo que pagan sus locales comerciales o de la entrada y salida de aviones y buses si los unos ya se quebraron y los otros están a punto.

Y por ende, en cascada, se vienen las quiebras y cierres de hoteles, restaurantes y bares y de todo el escaparate de ilusiones que habíamos construido con el turismo.

De Cartagena, Santa Marta y San Andrés quizás nos quede un borroso recuerdo de los años de batalla, pero de los restaurantes y bares de todo el país que entrarán en un protocolo donde no les permitirán que sus clientes (con barbijos o sin ellos) vuelvan a llenarlos, tal vez nos queden las ganas de verlos resurgir antes de morirnos.

Estamos ante el peor panorama. El paisaje no deja sino otear quiebras y más quiebras, negocios cerrados y un acumulado de esperanza de que sin hacer nada nos volvamos a recuperar.

Falta ver si los mocosos que nos gobiernan y sus asesores fantasmales están viendo a Colombia como lo que es y no como un país en donde estorbamos tanto los ancianos que no les dejamos ver lo que está pasando.

Puede leer: http://rutanoticias.co/index.php/2020/05/27/gardeazabal-y-los-mocosos-en-cronicas-del-enchuspado/