Los grandes perdedores de las elecciones presidenciales en la capital paisa fueron Daniel Quintero y sus secuaces, quienes se encargaron de la campaña de Gustavo Petro y solo lograron 275.497 votos, incluso menos de los sufragios que llevaron a Quintero a ser alcalde de Medellín.
Esa cifra representa menos de la mitad de los votos logrados por Federico Gutiérrez en Medellín, quien obtuvo 603.092 votos, es decir el 53.57 por ciento del total de sufragios.
Para esa campaña de Gustavo Petro en Medellín, renunciaron tres de los secretarios de despacho de Daniel Quintero, quienes contaron con el apoyo de la compañera sentimental del suspendido alcalde de Medellín, Diana Osorio, y de incluso el propio alcalde, quien al ser preguntado si apoyaba a Petro solo se limitó a decir que “…lo que es obvio no se pregunta”.
Esa evidente participación política llevó incluso a la suspensión de Daniel Quintero como alcalde de Medellín, durante tres meses que se podrían prolongar por otros tres meses más, y al nombramiento de Juan Camilo Restrepo como mandatario encargado.
Todo ese apoyó, incluso el de senadoras electas como Isabel Zuleta y la evidente parcialización de la Misión de Observación Electoral (MOE), con delegados considerados “peligrosos” para la democracia en Colombia, no sirvió para nada y fue así como Medellín rechazó a Daniel Quintero, y todo lo que él representa.