El sistema financiero de Colombia necesita dar tres pasos fundamentales para garantizar la inclusión financiera y el desarrollo del país: implementar los sistemas de finanzas abiertas, pagos instantáneos y la liberalización de la tasa de usura, señaló David Vélez, presidente de NU Bank.

Hoy, 1 de cada 5 colombianos y 24% de los micronegocios del país acceden al gota gota. Una noticia reciente habla de 23 millones de colombianos acudiendo a créditos informales. Estos son ciudadanos vulnerables, presos de un crédito informal que nadie regula, agregó el presidente de NU Bank.

¿Qué propone David Vélez, Presidente de NU Bank en el sistema financiero?

Triángulo de la innovación financiera

La primera arista de este triángulo es el Sistema de Pagos Instantáneos, porque permite:

  1. Bancarizar y digitalizar al 100% de la población, como un gran catalizador de la inclusión financiera. A hoy el 80 por ciento de las transferencias en la región son en efectivo.

2. Formalizar la economía informal, fomentando el acceso.

3. Es la puerta de entrada a otros productos.

4. Disminuye significativamente el costo del sistema, lo que baja los precios y fomenta el acceso.

“En Colombia, hay avances importantes y un trabajo muy responsable del Banco de la República para construir un sistema de pagos instantáneos que no podemos dejar de reconocer” aseguró David Vélez, quien agregó “Sin embargo, creemos que queda camino por recorrer para que el Sistema de Pagos instantáneos sea un éxito. El foco tiene que estar puesto en el consumidor. Un modelo público, universal y unificado bajo la marca del Banco central ofrece una mejor experiencia al cliente, con menos fricciones y mayor adopción”, expresó.

De manera similar, las finanzas abiertas tienen un potencial transformador para Colombia. Son la segunda arista del triángulo de la inclusión porque devuelven el control de los datos a los clientes, que pueden usarlos a su favor además de generar una gran oportunidad para aumentar la competencia entre entidades y remover las fricciones e inercias existentes.

“En Colombia, Open Finance fue ley en 2022, lo que representó una gran noticia sobre todo porque afirmaba la obligatoriedad para todos los jugadores. Sin embargo, por argumentos jurídicos extraños que todavía cuesta entender, se necesita ahora un decreto que reafirma esa obligatoriedad. Esto es urgente. Cada día perdido sin poner en práctica ese mandato es un paso más cerca al fracaso en la implementación. Open Finance voluntario es, sencillamente, que no haya Open Finance”.

¿Qué hacer con la tasa de usura en Colombia?

El triángulo de la inclusión financiera culmina con la liberación de la tasa de usura. La tasa de usura completa tres décadas en Colombia y podría decirse que si bien fue concebida para prevenir potenciales abusos en el sistema financiero, el efecto colateral de la informalidad de crédito , conectada a violencia extorsión y economías ilegales ha sido peor de lo que se buscaba prevenir.

La Tasa de usura cayó 14 p.p. en el último año, lo que generó una reducción en el stock de crédito de consumo de $ 20 billones de pesos colombianos. Esto es dinero que podría haber estado en los bolsillos de las personas, reactivando la economía y ayudando a cumplir sus sueños. Esta reducción de 14 p.p excluyó a más de 2 millones de colombianos, en sólo un año.

El estudio de ANIF arroja primeros hallazgos y opciones de flexibilización, materializables por vía legal y reglamentaria: (I) Eliminación o flexibilización por vía de ley.

(II) Separación de cálculo de tasa según tipo de créditos.

Y (III) Facilitación de los desembolsos de la economía popular a través de todos los productos de créditos disponibles.

 “La invitación es, entonces, a atrevernos a dar una discusión sobre el modelo actual de intereses en Colombia y definir juntos una hoja de ruta”, señaló David Vélez, Presidente de NU Bank, en el marco del Latam Fintech Market.