Trabajar con gente a la que le falta un tornillo o al menos tienen desajustadas algunas de sus tuercas, “puede resultar asombroso pero también extremadamente peligroso”, señala el Maestro Gustavo Álvarez Gardeazábal, @ElJodario, al analizar lo que pasa en la Casa de Nariño:
EL MANICOMIO
Quienes hemos tenido mando y administración sobre gentes variadas sabemos que trabajar con quienes sino les falta un tornillo al menos tienen desajustadas algunas de sus tuercas, puede resultar asombroso pero también extremadamente peligroso.
Son muy pocos los genios que duran toda su vida. La edad de la genialidad tiene sus límites y ella , salvo contadísimas excepciones, se pierde con el paso de los años.
Hay algunos tan generosos con su propia genialidad que se dan cuenta que aunque ella se haya perdido siguen actuando como presuntos genios ganando respeto por sus actuaciones, así sean clasificados como “locos” sin tener que llevarlos a un manicomio.
Con el paso de los días y llegando al final del gobierno Petro, la acumulación de un grupo de esos individuos que a su edad van y vienen de la genialidad a la locura puede producir un año postrero cargado de argucias inteligentes, comportamientos sorprendentes y aún muy brillantes.
Pero la experiencia nos indica que tanto voltaje junto generalmente produce estallidos y no beneficios. Juntar en el gabinete ministerial a Armandito Benedetti y al pastor Saade, conocidos de autos y procederes cercanos al desquiciamiento, puede ser la solución al gobierno equivocado y a una izquierda maltrecha que pretende no hundirse en el próximo debate electoral.
Pero por lo que les hemos visto, ese par de genios a punto de jubilación unidos al otrora genial político del presidente Petro, así camine ahora por veredas tortuosas cuando no irresponsables, tiene más probabilidades de acabar de hundir el buque y de no llevarnos al puerto seguro que tantos millones de colombianos que eligieron a Petro confiaban que tendrían en el 2026.
Saade no es una pera en dulce. Benedetti es un sábalo. Petro es un jodido. Las embarradas han sido muchas y están pasando factura. Combinarlos podría llegar a que comparemos la Casa de Nariño con el manicomio nacional.
Gustavo Álvarez Gardeazábal. El Porce, junio 20 2025”. Escuche el audio de @ElJodario sobre la Casa de Nariño y el manicomio nacional: