Bajo la figura de ser “promotor de paz” del gobierno de Gustavo Petro, el asesino Salvatore Mancuso recuperó su libertad, a las 3 de la tarde de este miércoles 10 de julio.
Y detrás de él, salieron cubriéndolo las acusaciones que tiene como jefe de los grupos paramilitares que asesinaron campesinos, desplazaron comerciantes y labriegos, se apoderaron de las mejores tierras de la costa caribe y de Antioquia y hasta causantes de crímenes sexuales como el acceso carnal violento de mujeres y niñas en los campos y la desaparición de testigos o de quienes no les “colaboraban” mediante el desmembramiento y posterior desaparición en los ríos de Colombia o la quema de cuerpos en hornos ilegales.
Según las investigaciones, y condenas pendientes, en el país el asesino Salvatore Mancuso habría participado en homicidio de persona protegida, desplazamiento forzado de población civil, reclutamiento ilícito, desaparición forzada, tortura en persona protegida, secuestro simple, acceso carnal violento en persona protegida, actos de terrorismo, destrucción y apropiación de bienes protegidos, violación de habitación ajena, amenazas, actos sexuales violentos en persona protegida, prostitución forzada tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en persona protegida, aborto sin consentimiento y secuestro extorsivo”, en algunos de los 4.071 crímenes o masacres que cometieron los paramilitares en Colombia.
El 13 de mayo de 2008 el asesino Salvatore Mancuso fue extraditado a Estados Unidos y allí pagó una sanción de 15 años de cárcel, regresando a Colombia este año 2024.
Ahora será libre, pero con el supuesto compromiso de “testificar” ante a la Justicia Espacial para la Paz, y ante las autoridades judiciales, sobre todas sus “amistades” “cómplices” o amigos en su vida paramilitar.