Fue un matrimonio en Barranquilla de la alta sociedad. Hasta invitados internacionales llegaron de Nueva York y España.
Ese matrimonio en Barranquilla celebraba la unión de Carolina y Carlos.
Lo hicieron en el Country Club de esa ciudad y después de la ceremonia religiosa llegó la hora loca, con una representación burlesca sobre el coronavirus.
La alegría terminó cuando empezaron los rumores sobre la fiesta y la hora loca y sobre cómo se curaba el coronavirus a punta de copas y jeringas llenas de licor.
Tan fuerte fueron las críticas que la empresa que organizó la “hora Loca”, con sede en Miami y en República Dominicana, tuvo que salir a disculparse, porque no era el momento para burlarse del virus, cuando Colombia ya sumaba 470 infectados y cuatro muertos.
Pero las críticas mayores fueron sobre cómo los extranjeros, que venían de países con alta circulación del virus, no cumplieron con la cuarentena que ordenó el gobierno de Colombia para todos los que pudieran convertirse en un vínculo epidemiológico, es decir transmisores del coronavirus o Covid 19.
A esos rumores, se sumaron pantallazos de conversaciones en los celulares que hablan de una camarera que dio positiva para ese virus, la misma que compartió con los novios y los cerca de 200 invitados.
¿En qué se convirtió el matrimonio en Barranquilla ?
Ahora el matrimonio en Barranquilla es una pandemia total. Se habla de 15 casos confirmados y de una lista de 200 invitados que son “invitados” por las autoridades médicas a hacerse el examen del coronavirus.
Todo porque, según un aparente comunicado del Country Club de Barranquilla, “tuvieron contacto y posiblemente están infectadas por coronavirus Covid 19 en Barranquilla…”
El matrimonio en Barranquilla de Carolina y Carlos no se olvidará.
Tampoco las historias que generó y mucho menos que invitados internacionales llegaron a Colombia, no cumplieron con la cuarentena y luego salieron del país, sin que las autoridades de Policía, de inmigración o de la Alcaldía sepan dónde están y si son, o no, portadores del virus.
