La eliminación de Boca Juniors de los cuartos de final de la Copa Libertadores, al empatar cero a cero en el tiempo reglamentario y perder en los penales con Atlético Mineiro, terminó en una pelea interna en los camerinos.
Los ánimos se caldearon en la invalidación de un gol a Boca Juniors al minuto 62, por un milimétrico fuera de lugar sancionado por el VAR, gol que le habría permitido a los argentinos avanzar a cuartos de final.
La anulación del tanto llevó a los penales y en ellos el golero de Atlético Mineiro detuvo dos de los lanzamientos mientras que otro de los jugadores lanzó el balón por encima del travesaño.
Finalmente, Atlético Mineiro ganó 3 a 1 en esos lanzamientos y clasificó a cuartos de final de la Libertadores, y esperará a su rival, que saldrá del partido entre Argentinos Juniors y River.
Esa derrota llevó la gresca a los camerinos, en un video se ve al presidente de Atlético Mineiro lanzando botellas de agua a los jugadores de Boca, mientras que en otra grabación Sebastián Villa arroja las vallas metálicas contra la Policía, hasta que finalmente la Policía lanza gases lacrimógenos a los jugadores.
Posteriormente, la Policía buscaba detener al colombiano Sebastián Villa y a Carlos Izquierdos, Javier García, Carlos Zambrano y Marcos Rojo.
Además de Jorge Bermúdez, también colombiano y directivo de Boca Juniors.
Para determinar qué pasaría con los jugadores, el equipo se fue en los buses oficiales hasta la comisaria de Belo Horizonte.
Allí el técnico Miguel Ángel Ruso señaló que tras la eliminación de Boca Juniors el equipo permanecerá unido en Brasil. «Nos vamos todos o ninguno», dijo el estratega.
Esta tarde de miércoles el equipo fue autorizado a salir de Brasil, mientras se plantean demandas de los argentinos y los brasileños.