Era un Encapuchado de la U. De A que salió a bloquear el tráfico en la calle Barranquilla. Eso tras la máscara que usan los terroristas para intimidar.

Era Julián Andrés Urrego Álvarez, un estudiante de la U de A, de la licenciatura en Educación Física, a quien le gustaba el fútbol y era arquero.

Era un encapuchado de la U de A que lanzaba papas bombas. Su último acto de agresión fue intentar parar a un motociclista, pero este lo tumbó y al caer se accionaron los explosivos que llevaba en su mochila.

Era Julián Andrés Urrego Alvarez, a quien le gustaba la música y leer, además de entrenar a los niños arqueros en ASOBDIM (Asociación de barras del Independiente Medellín).

Era un encapuchado de la U de A que ingresó al hospital, Trasladado en una ambulancia del Estado, con: “trauma y quemaduras en la cara. Quemaduras en el brazo izquierdo. Presenta Neumotórax pulmón izquierdo. Quemadura nivel abdomen lado izquierdo. Quemadura testículo izquierdo y fractura del fémur izquierdo”.

Era Julián Andrés Urrego Alvarez, del barrio la Loma, quien según un periódico barrial era uno de los “muchos jóvenes que espera cambiar su comunidad en beneficio de todos”.

Era un joven que en un país polarizado dividió las redes sociales en dos. Los que culpan al Estado de que estuviera en la calles, lanzando papas bombas para hacer sentir su protesta.

Y los que piensan que “se lo buscó” por ser uno uno de los violentos que quieren imponer sus ideas basados en el terrorismo y en la violencia.