EPM fue señalada este miércoles del mayor crimen ecológico en Colombia en esta década. El cierre de la compuerta número uno de Hidroituango dejó al Río Cauca convertido en una simple quebrada, afectando, según especialistas, a unos diez millones de personas que vivían del segundo río más importante de Colombia.
Las imágenes de televisión y las fotos publicadas en los medios de comunicación son fuertes. El Río Cauca perdió su fuerza, dejó sin vida a 32 mil peces y otros 130 mil fueron rescatados y llevados a aguas más profundas.
“La muerte del río es nuestra propia muerte. EPM trajo hambre y desolación. Los grupos al margen de la ley han crecido y esto también es su responsabilidad, los niños se han sumado a estos grupos por hambre, las familias no tienen que comer y la única opción es la violencia”, escribieron los integrantes de la Fundación Neotropic sobre la catástrofe que se vive en las riberas y en el cauce del Río Cauca.
“No intenten convencernos de que somos una prioridad cuando desde hace 10 años nos están desoyendo, desplazando, maltratando, humillando, violando nuestros derechos, mintiendo, persiguiendo, dejándonos sin trabajo, sin alimentos sin tranquilidad y sin vivienda. Nos han robado todo lo que teníamos, nuestra vida y ahora atentan contra un bien natural de toda Colombia. La única manera de proteger realmente la vida en el cañón del río Cauca, el Bajo Cauca y de salvar el río es que desmantelen Hidroituango”, señala la Fundación.
Por su parte la concejal Luz María Múnera, quien al lado de Paulina Aguinaga es la única voz que enfrenta las decisiones de EPM, aseguró que desde el debate contra las poderosas Empresas Públicas de Medellín había denunciado “… como debido a un acto irresponsable de los contratistas que removieron la capa vegetal, se originó la tragedia que hoy no puede ocultar EPM”.
“A pesar de las difamaciones y denuncias realizadas por personas que se subordinan al interés mercantilista sobre decisiones técnicas y políticas, hoy se nos da la razón y nos ratificamos en que el proyecto Hidroituango está a la deriva, que EPM no ha entregado toda la información y que los sobrecostos de la obra solamente benefician a los verdaderos responsables: el Consorcio CCC, Integral y demás contratistas”, dice la Concejal.