Mediante un decreto que ordenó un toque de queda absoluto desde este sábado al mediodía, el gobernador Luis Fernando Suárez decretó el estado de excepción en Antioquia y dio un golpe de mando para tratar de controlar a los vándalos que tenían azotado a Medellín.

El estado de excepción en Antioquia restringe la circulacion de los antioqueños durante esas 41 horas.

Solo permite la circulación del personal de salud y de miembros de las Fuerzas Armadas, organismos de seguridad y justicia, funcionarios de personerías, defensoría del pueblo y empresas de servicios públicos fundamentales, esencialmente, y aplica desde este sábado y hasta el lunes 3 de mayo a las 5 de la mañana.

Siete horas después de expedir el decreto, la Gobernación también autorizó la circulación de las personas agendadas para vacunarse contra el coronavirus.

El decreto de confinamiento se toma ante la ausencia de mando en la Alcaldía de Medellín, que permitió que los vándalos saquearan negocios, destruyeran cámaras de fotomultas y semáforos, robaran en los comercios e incluso trataran de ingresar al propio Centro Administrativo La Alpujarra.

La decisión la toma el gobernador encargado después de socializar el decreto con el gobierno central en Bogotá, ya que el estado de excepción territorial, según la Constitución de Colombia, son potestativos del Presidente de la república y sus ministros y son aplicables cuando las condiciones de seguridad, médicas o sociales así lo obligan.

El decreto señala que el confinamiento aplicará para preservar la vida y en prevención de más disturbios y caos este fin de semana.

“Tenemos una alerta en 60 municipios de Antioquia y unas 25 alertas solo en el Área Metropolitana”, señaló el mandatario al reafirmar el “toque de queda permanente”.

Al igual que desde el jueves que empezaron los disturbios, no hay pronunciamiento de la Alcaldía de Medellín.