La vida de Gilberto Rodríguez Orejuela se resume fácil: vivió 83 años, de los cuales pasó 40 manejando el narcotráfico y 29 en la cárcel, donde finalmente murió.

Aunque creó el cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela es originario de Mariquita, Tolima, donde nació el 30 de enero de 1939.

En su juventud fue mensajero de una droguería, donde también vendía “drogas controladas” a pacientes que no podían mostrar las fórmulas médicas que avalaran su uso.

Poco a poco se metería en el narcotráfico, donde llegaría a manejar “hasta el 80 por ciento de la cocaína que se exportaba desde Colombia”.

“Yo digo que no hubo un momento exacto… en Cali pasa el boom de la marihuana y llega el boom de la cocaína y algunos amigos hacen la propuesta… yo soy farmaceuta y comienza uno a ganar una plata fácil y va uno metiéndose y ya es difícil echar para atrás, hasta que llega la desgracia”, le dijo a Julio Sánchez sobre sus inicios.

Máximo líder del cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela tuvo una sensación extraña hacia Medellín y su gente. Fue enemigo declarado de Pablo Escobar, pero compartía sus viajes con los hermanos Ochoa.

“En marzo de 1988 le hacen un allanamiento a Pablo Escobar, lo cercan y él se logra evadir al ponerse unos brazaletes y gorros del DAS”, y en los allanamientos “…se encuentra unos documentos dónde se demostraba que nos había hecho inteligencia en los últimos meses, con fotografías de nuestras casas, con direcciones, videos completos de seguimiento, teléfonos de nuestras casa y oficinas… ahí nos dimos cuenta que Pablo Escobar estaba detrás de nosotros”, dijo en la entrevista.

Desde ahí nacería la rivalidad que finalmente llevaría a la unión de narcos, paramilitares y el gobierno, y la muerte de Escobar.

¿Quién capturó a Gilberto Rodríguez Orejuela?

Pero a la vez, era amigos de los socios de Escobar:

En noviembre de 1995, Jorge Luis Ochoa y Gilberto Rodríguez Orejuela, acompañados de sus esposas, fueron detenidos en Madrid, donde huían de la persecución del gobierno de Colombia ante el asesinato del ministro Rodrigo Lara Bonilla.

Inicialmente, la Policía encontró a Ochoa y su esposa y empezaron a seguirlo:

“…Un estrecho seguimiento del matrimonio reveló que se reunía con otra pareja colombiana, huésped de un lujoso hotel madrileño. Los policías identificaron a estos nuevos sospechosos como Gilberto Rodríguez Orejuela y su esposa Gladys-Miriam Ramírez, de 39 años, aunque el hombre se hacía llamar Gilberto González Linares, de nacionalidad venezolana. El matrimonio Rodríguez Orejuela había comprado en Madrid dos pisos de grandes dimensiones, uno de ellos aún en construcción. Las dos parejas disponían en total de seis automóviles de la marca Mercedes. Todas las propiedades que habían adquirido estaban a nombre de sus mujeres”, dice el informe de El País, de España.

“A los dos matrimonios se les han intervenido cuentas bancarias a nombre de las mujeres donde habían depositados 370.000 dólares (62.530.000 pesetas), y 973.000 pesetas y 90.000 dólares (15.210.000) en metálico. A Gilberto Rodríguez Orejuela se le encontró una especie de libro de contabilidad, que según la interpretación policial, registra ventas durante 1983 de 4.073 kilos de cocaína. Los detenidos están a disposición de la Audiencia Nacional”, agrega el diario español.

Extrañamente, los dos fueron extraditados a Colombia y no a Estados Unidos, que pedía su traslado a cárceles norteamericanas.

¿Cuánto pagó Gilberto Rodríguez Orejuela por su libertad?

En el año 2011, Jon Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, confesó que el juez y el gobierno español cobraron 30 millones de dólares por esa decisión judicial que mandó a Rodríguez y Ochoa a Colombia, donde otros jueces los liberaron casi inmediatamente arribaron.

Puede leer: https://www.abc.es/internacional/abci-sicario-colombia-audiencia-nacional-201112130000_noticia.html

Un año antes, en 1994, Gilberto Rodríguez Orejuela y todos los demás miembros del cartel de Cali fueron acusados de financiar la campaña de Ernesto Samper a la presidencia, la cual lograría gracias a los 8 mil millones de pesos que enviaron los narcos, a través de Santiago Medina y Alberto Giraldo.

Precisamente una de las últimas actuaciones de Gilberto Rodríguez Orejuela fue pedir audiencia en la Comisión de la Verdad, para contar su verdad sobre la relación entre violencia, corrupción y política.

Hoy “… el narcotráfico financia el terrorismo”, había dicho.

“… “Soy consciente que todos los que hemos tenido alguna relación con el poder político, económico o militar tenemos la mayor culpabilidad de la tragedia que ha vivido el pueblo colombiano, en los últimos cincuenta años. Por lo tanto, ir ante ustedes a contribuir con mi culpa, y con lo que sé de lo que sucedió en Colombia con la verdad histórica, es un imperativo moral que me obliga, como colombiano, como ser humano y como hijo de Dios”, escribió a la Comisión.

Pero, para fortuna de quienes iban a ser mencionados en esa unión de drogas y política, este 31 de mayo de 2022, en medio de las secuelas de un cáncer de colón, Gilberto Rodríguez Orejuela murió.

Su verdad está condensada en unos casetes que dijo guardar como su mayor tesoro.

Serán sus hijos capaces de revelarlos.