Nuevamente Jorge Londoño de la Cuesta acude a la llamada “ingeniería del desespero” para superar las crisis que genera Hidroituango. Tres semanas antes de lo planificado, ordenó cerrar la compuerta numero 1 de la obra, basado en los «cambios» en los parámetros de vigilancia que se siguen de la montaña, interna y externamente, la presa, la casa de máquinas y el Río Cauca.

Eso si, como siempre, no dijo exactamente cuáles son esos «cambios».

Jorge Londoño de la Cuesta, especialista en hacer encuestas de acuerdo a quien se las pague, lleva sobre su frente el honor, o deshonor, de ser quien gerenció a Empresas Públicas en la construcción de la última fase de Hidroituango, pero también carga con la responsabilidad del cierre de los túneles de desvío de la central hidroeléctrica, aunque todos los ingenieros consultados aseguraran que fue una medida inconsulta y empujada por la necesidad de producir energía eléctrica o dinero, producto de la venta de ella.

Esta mañana de martes, Jorge Londoño no explicó claramente por qué, nuevamente, hay que incumplir los hitos de construcción anticipándose a las fechas establecidas, presionados por las emergencias que presentan.

EPM, como constructor, evalúa con sismógrafos y equipos especializados innumerables variables internas y externas de la montaña, la inundada casa de máquinas, las «cavernas» o «socavones» que aparecieron últimamente, la presa y el Río Cauca.

Y por «cambios» en alguna de ellas, eartes 5 de febrero, la compuerta uno de Hidroituango se cerró, casi tres semanas antes de lo previsto, ante una nueva emergencia que no se sabe si la produce la naturaleza o la “ingeniería del desespero” de Jorge Londoño de la Cuesta.

“Prioridad uno salvar vidas, prioridad dos el medio ambiente y prioridad tres salvar el proyecto”, aseguró Londoño de la Cuesta en la rueda de prensa que se dio en la Gobernación de Antioquia.

Es decir, como en las encuestas diga si, diga no o todas las anteriores. El problema es que detrás de esas tres variables, están 12 billones de pesos que se puede perder en un minuto.