Iván Duque salió a defender su elección presidencial, ante las denuncias que señalaron una presunta compra de votos en la costa atlántica, la cual habría dirigido el Ñeñe Hernández, presunto testaferro y narco del grupo de Marquitos Figueroa.
La acusación de compra de votos se acompañó de innumerables fotos de Iván Duque con el Ñeñe Hernández.
Hernández, esposo de la ex reina María Mónica Urbina, fue asesinado el año pasado en Brasil, después de sobrevivir a dos atentados y al lanzamiento de una granada contra su casa.
Su asesinato fue un aparente robo de su reloj Rolex de oro, pero luego se dijo que fue un crimen por disputas entre narcotraficantes.
“Nunca le pedí al señor Hernández ningún recurso para mi campaña … He sido una persona honorable. Como no tengo rabo de paja me le arrimo a cualquier candela”, señaló Duque ante los periodistas que le preguntaron sobre la acusación de compra de votos y el por qué el Ñeñe Hernández fue invitado a la posesión presidencial.
En los audios difundidos, se escucha una mujer, que sería una asistente en el Congreso del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que conversa con ñeñe Hernández y este se compromete a conseguir los votos y habla de un “dinero bajo la mesa”.
Aparentemente serían cien millones de pesos, que supuestamente habían tomado de la campaña presidencial de Germán Vargas Lleras.
También señala que “Iván” y “Uribe” lo enviaron como responsable de conseguir los votos en Manaure, Uribia, Riohacha y Maicao.
Al conocerse los audios, el fiscal Francisco Barbosa anunció que solicitará se investigue la campaña de Iván Duque a la Presidencia colombiana.
Y el Consejo Nacional Electoral anunció que el magistrado Jaime Luis Lacouture, otro líder de Iván Duque en La Guajira, investigará la presunta financiación irregular de la campaña presidencial.
