Javier Hoyos Arboleda es una de las voces más respetadas en el análisis económico en Colombia.

Ese respeto se convierte en credibilidad cuando Javier Hoyos Arboleda advierte que nunca antes, como ahora con la crisis del coronavirus, el empleo y el sector productivo estuvieron tan amenazados.

“Por cada cuatro puntos  que suba la tasa de desempleo, perdemos un millón de puestos de trabajo”, advierte Javier Hoyos Arboleda :

“De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) existen cerca de 3.300 millones personas ocupadas. Los países que han declarado cuarentena representan en promedio el 75% de la población ocupada mundial. La OIT estima que en el segundo trimestre las horas trabajadas caerán un 10.5% y que equivalen, en términos de empleo, a 305 millones. Sin embargo, esto no quiere decir que se aumente el número de desempleados en esa cifra.

El gobierno ha buscado proteger el empleo, aliviar los costos de los empleadores y los ingresos de los trabajadores mediante distintos decretos ley. A pesar de ello, será muy difícil que no se afecte la ocupación. Se han presentado licencias no remuneradas, despidos no colectivos y acuerdos para finalizar los contratos de trabajo. Estimamos que por cada 4 puntos que suba la tasa de desempleo el número de desempleados equivaldría a 1 millón de personas más.

Dônde es mas notoria la caída del empleo en Colombia?

Dentro de las opciones que se han planteado para mantener el empleo, está la de pagar o subsidiar la nómina por parte del Estado, incluso algunos gremios sugirieron que el Estado aportara el 33% de la nómina, los empresarios el 33% y que los trabajadores aceptaran una reducción del 33%, temporalmente. Calculamos que la nómina mensual del sector formal vale aproximadamente $15 billones, esto es el 1.5% del PIB (sin contar las remuneraciones del sector informal). Esto demuestra la magnitud del esfuerzo que se tendría que hacer si recayera sólo en el Estado.

Aunque esperábamos que el impacto en el empleo se viera fundamentalmente a partir de abril (ya que la cuarentena se declaró en la tercera semana de marzo), creemos que las estadísticas de marzo alcanzan a recoger un impacto importante en los indicadores laborales. Las tasas de desempleo aumentaron tanto para el total nacional como para los centros urbanos.

Nunca antes se habían registrado variaciones tan significativas en las variables que trae la encuesta de hogares sobre la población económicamente activa, la población ocupada y la población económicamente inactiva.

Quizás, ello tenga que ver con problemas metodológicos al realizar una encuesta con una economía en cuarentena vs. una economía abierta, o con la percepción de los encuestados al responderla en cada uno de los casos, ya que muchos pudieron vislumbrar la imposibilidad de reapertura en el corto plazo.

Por posición ocupacional, la caída del empleo se dio fundamentalmente en empleado por cuenta propia, empleado particular y trabajadores sin remuneración, quizás por sus características y alta flexibilidad permitió un traslado de la población económicamente activa a la población económicamente inactiva. Además por sectores, según el DANE, el empleo se afectó en las actividades artísticas, de entretenimiento, de recreación y otras actividades de servicios, actividades que podemos considerar como altamente afectadas.