Juan Fernando Quintero y el River Plate hicieron historia al vencer este domingo 3 a 1 al Boca Junior por la final de la Copa Libertadores.

Lina Paniagua, la mamá de Juan Fernando Quintero, fue categórica sobre su hijo, quien a los 109 minutos de juego marcó el gol que llevó  al River al campeonato.“Quería decir esto ante las cámaras, para los que dijeron que era un acabado y un fracasado. El acabado y fracasado le dio el triunfo a River y ahora son campeones”, dijo con una gran sonrisa.

Y es que este juego final tuvo su historia. Luego de varias semanas de incertidumbre, en las que inclusive se planteó no disputarse, la final de la Copa Libertadores de América finalmente se llevó a cabo, en un territorio que es contrario al nombre de la competición.La polémica llegó a su fin cuando en el césped del Santiago Bernabéu de Madrid rodó la pelota y la llamada final del Mundo entre River Plate y Boca Juniors por fin se puso en marcha, en un estadio copado por ambas hinchadas.

Un partido que, además detener en cancha a los dos equipos con quizá la rivalidad más icónica e importante del fútbol disputando la Copa más grande del continente, tenía un sabor especial: el colombiano. Por un lado, el de Boca, Barrios y Villa titulares indiscutidos del Xeneize; por el otro, Juan Fernando Quintero que terminó siendo la figura de River.

El primer tiempo fue para Boca, que se encontró con un desdibujado River y aprovechó para ponerse arriba 1-0 antes del final del primer tiempo con un gran gol de Darío Benedetto. Perola segunda parte marcaría un antes y un después en la gran final. En el minuto 58 Marcelo Gallardo, DT de la Banda Cruzada, sacó del campo a Leonardo Ponzio para dar ingreso al colombiano Quintero. A partir de allí, River pasó a manejar el partido mientras Boca cada vez más se limitaba a ver jugar a su eterno rival.  Y tan solo 10 minutos después del ingreso de “Juanfer”, una gran jugada colectiva de la cual él hizo parte culminó con el empate a manos de Lucas Pratto.

Los últimos minutos parecían dar por sentenciado el empate y una prórroga que haría aún más larga la final de la Libertadores. Apenas comenzado el primer tiempo suplementario paso lo impensable para Boca. Wilmar Barrios, una de las piezas fundamentales del mediocampo boquense fue expulsado tras recibir su segunda amarilla. Con la salida prematura de Sebastián Villa y la suspensión de Rafael Santos Borré, la expulsión dejaba a Quintero como el único colombiano en cancha, y como lo hizo con la selección en el Mundial, se alzó el equipo al hombro y a los 109’ anotó un golazo desde el borde del área para que River le diera vuelta al marcador y se ilusionara con su cuarta Copa.

El gol de Quintero hizo que Boca buscara desesperadamente el empate y se volcó al ataque. Cuando ya el reloj marcaba los 120’ el arquero Andrada subió al área rival en el último tiro de esquina del partido, a sabiendas de que estaban perdiendo el partido másimportante de la historia del club, e incluso, de la competición. 

Un rechazo de la defensa millonaria encontró a un solitario Juan Fernando que con una jugada de maravilla dejó solo a Gonzalo “El Pitty” Martínez que cabalgó toda la cancha del Bernabéu para anotar con el arco solo el gol definitivo que le dio a River Plate el trofeo más importante de su historia, una que no hubiese sido posible sin la magia de un jugador colombiano que marcó su nombre en uno de los clubes más grandes del mundo y en un encuentro que nunca, para ningún aficionado a este deporte, se olvidará.