Juan Francisco Solano, alias Pacho, la tenía muy clara, para que le permitieran entrar contrabando al país tenía que comprar a los policías y a los funcionarios de la DIAN.

Y, según una investigación de la Fiscalía General de la Nación, por lo menos en seis ocasiones Juan Francisco Solano, alias Pacho, entregó 348 millones de pesos, celulares de alta gama, pagó arriendos de apartamentos donde vivían los funcionarios y entregó otros 200 millones a un agente encubierto para garantizar el “paso” de un contenedor.

Esas “dadivas” le permitían evadir controles aduaneros y entrar contrabando de cigarrillos, textiles, calzado y cacharrería, entre otros productos, por los puertos de la costa atlántica y el pacífico colombiano. Alias pacho era socio de la red de contrabando liderada por Ricardo Orozco Baeza, alias El bendecido,zar del contrabando en Colombia.

¿Quién es Juan Francisco Solano, alias pacho?

“Luego de valorar los elementos de prueba y argumentos presentados por la Fiscalía General de la Nación, un juez de control de garantías de Bogotá impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Juan Francisco Solano Barrera, alias Pacho, uno de los posibles cabecillas de una red señalada de ingresar mercancía de contrabando a gran escala por los puertos de la Costa Atlántica y el Pacífico colombiano.

“… al parecer, entregó celulares de gama alta a los servidores públicos que le colaboraban para mantener comunicación constante, mediante el uso de aplicaciones que encriptaban la información; y en una ocasión pagó hasta tres meses de arriendo de un apartamento en Cartagena (Bolívar) para beneficiar a un funcionario. De igual manera, se acreditó que hizo llegar dádivas por 348’800.000 pesos a un grupo de uniformados”, señala el boletín de prensa de la Fiscalía de Colombia.

Juan Francisco Solano Barrera no aceptó los cargos formulados por la Fiscalía y se convierte en el quinto presunto integrante de la organización criminal capturado y judicializado como parte de un frente investigativo en contra de la corrupción.

En ese sentido, una Fiscal de la Dirección Especializada contra la Corrupción le imputó los delitos de concierto para delinquir agravado con fines de contrabando y cohecho por dar u ofrecer, en seis eventos.