Juan Humberto “Juancho” Ríos, nació el 25 de diciembre de 1958 y murió el 21 de noviembre de 1994. Hace exactamente 27 años.
Juan Humberto “Juancho” Ríos es considerado uno de los mejores en el acordeón en Colombia, y por eso hoy, 27 años después de su muerte, el mundo vallenato llora su muerte, pero celebra su existencia, en gran parte debido a la unión con Diomedes Díaz, que le entregó a la música algunos de los mejores álbumes de la historia.
Juancho Rois, según su madre, Dalia Esther Zúñiga, tocaba el acordeón desde los 4 años y su primera grabación fue con Juancho Piña, a sus 19 años, después de participar en el Festival Cuna de Compositores en su natal San Juan del César.
Un año después se uniría a Diomedes Díaz, con el que grabaría “La Locura”, éxito que, en vez de unirlos, los llevó a buscar grabaciones con otros artistas.
Sería una década después, en 1988, cuando se reencontrarían para grabar “Ganó el Folclor”, luego “El Cóndor Herido” (en 1989), “Canta Conmigo” (1990), “Mi Vida Musical” (1991), “El Regreso del Cóndor” (1992), “Título de Amor” (grabado en 1993 y que es el álbum vallenato más vendido en la historia de Diomedes y Juancho Rois, con más de 600.000 copias) y “El 26 de Mayo” (1994).
Además de acordeonero, Rois fue compositor y de su autoría quedan canciones como Por qué razón, No comprendo, Yo soy el que te quiere y Yo soy mundial, todas grabadas con Diomedes Díaz) entre otras composiciones.
Esos éxitos llevarían a Juan Humberto “Juancho” Ríos a ganar tres Congós de Oro, del Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla.
¿Cómo murió Juancho Rois?
En octubre de 1994, Juancho se casaría con Jenny Dereix, con quien tuvo un hijo, quien nacería siete meses después de la muerte de Rois.
En octubre y noviembre, a pesar de su reciente matrimonio, Juancho Rois aceptó a acompañar a Diomedes en una gira especial por Estados Unidos y Venezuela, donde recibieron una oferta para cantar en el cumpleaños del teniente José Gutiérrez, de la Guardia Nacional, en “El Tigre”, Estado de Anzoátegui.
Diomedes rechazó la oferta y le pidió a Rois no ir, pero el acordeonero aceptó la invitación del militar, un antiguo amigo suyo.
“A las 5:30 de la tarde de aquel 21 de noviembre, los cinco músicos abordaron, en el aeropuerto de Maiquetía de la capital venezolana, la avioneta Cessna Piper YV-628P, rumbo a la localidad de El Tigre, estado de Anzoátegui, donde los esperaban el teniente Gutiérrez, los invitados y el cantante Enaldo Barrera, Diomedito, quien iba a reemplazar a Diomedes Díaz”, narra el periódico El Tiempo.
Sin embargo, la avioneta llegó a “El Tigre” cuando ya el aeropuerto había cerrado y no se contaba con luces que lo ayudaran a aterrizar, por lo que el piloto, Pedro Monsalve, intentó hacerlo en una autopista cercana.
“… Los testigos, directos e indirectos, coinciden en afirmar que la avioneta chocó por el costado izquierdo con una antena de transmisión y luego cayó en un descampado, entre árboles y hierba de poca altura”
Eran las siete y treinta de la noche y quienes ayudaron a Rois y a los otros cuatro heridos los llevaron al hospital Zambrano, donde solo sobrevivieron Jesualdo Ustáriz y Tito Castilla.
Según ellos, Juancho Rois sobrevivió algunos minutos “¡No me dejen morir!”, “¡No me dejen morir!”, les repitió varias ocasiones.
