Julián Bedoya Marín, el “famoso” senador liberal antioqueño tiene asombrado a Gardeazábal por su título de abogado, aparentemente logrado sin cumplir los requisitos.

“… El grado de abogado al senador liberal Julián Bedoya Marín deja muy, pero muy mal, a este congresista y pone a la Universidad de Medellín a lavar con agua, jabón y límpido todas las dependencias, profesores y empleados que hayan podido participar en la componenda”, dice Gardeazábal.

Julián Bedoya es recordado por la forma en que trató de elegir a un Contralor de Antioquia “de su cuerda”, hecho que se impidió al ser denunciado masivamente.

Aparentemente, el remedio resultó peor que la enfermedad. El finalmente designado para ese cargo resultó ser Sergio Zuluaga, acusado por la Fiscalía de corrupción.

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Este es El Jodario, de Gardeazábal, para Ruta Noticias:

¿La Universidad de Medellín debe lavar con límpido?

“El informe numerado 2019 IE.038003 del 20 de agosto del 2019, que contiene la Auditoria hecha a la Universidad de Medellín sobre los procedimientos y protocolos para otorgarle el grado de abogado al senador liberal Julián Bedoya Marín deja muy, pero muy mal, a este congresista y pone a la Universidad de Medellín a lavar con agua, jabón y límpido todas las dependencias, profesores y empleados que hayan podido participar en la componenda.

“Según este informe de auditoría que firma María Ángel Suárez Sánchez , coordinadora de  la subdirección de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación, el senador en mención no solo demoró 17 años para hacer su carrera, ( lo que no es un delito porque sucede en varios casos con quien no tiene recursos o tiempo suficiente para estudiar debidamente), sino que a la hora del grado éste se le otorgó sin el lleno de dos requisitos exigidos en su momento (octubre de 2018 fecha de su último reintegro a la Universidad de Medellín) cuales fueron el de presentar examen de una lengua extranjera y el de realizar el curso de Protocolo Empresarial.

Además, se evidenció que los docentes que fungieron como jurados de las pruebas académicas resultaron ser los mismos de otras asignaturas evaluadas.

“Por otro lado, los exámenes preparatorios que fueron autorizados al señor Bedoya Pulgarín lo fueron por medio de un acta sin firmar por quienes parecen haber asistido a la sesión del organismo que los autoriza. En otras palabras o la Universidad de Medellín le revoca su título o la Comisión de Ética del Senado interviene al congresista, o tendremos que esperar hasta el fin de los tiempos para que la historia pueda juzgar que validez tienen las leyes y gestiones que este señor Bedoya ha realizado como representante y senador. Nosotros apenas miramos asombrados”.