La economía de Colombia quizá inicie su recuperación, pero las muertes por el coronavirus también crecerán.
Así critica la “Crónica de Gardeazábal” que se priorizara la economía de Colombia en momentos en que el pico del contagio crece, y el sistema médico colapsa:
“ECONOMÍA MARGINA LA SALUD
Ayer fueron 595 muertos por covid y casi 28 mil infectados.
El martes habían sido 599 muertos y 28.700 infectados.
En pocos días alcanzaremos los 100 mil muertos desde cuando comenzó la pandemia.
Estamos todavía lejos de los 350 mil muertos que pronosticó con escándalo el Imperial College y que llevó a tomar precipitadamente medidas drásticas de aislamiento y confinamiento cuando no alcanzábamos los 200 muertos diarios.
Desde el 8 de junio, por orden del presidente Duque y su ministro de Salud, todas las prevenciones contra el ataque del virus quedaron suprimidas.
El pánico a morir intubados en una UCI o ahogados en su propio dolor en una pieza aislada de su casa suplicando un vientecito de oxígeno, parece haber desaparecido por completo.
Empero como cada día que vivimos vamos escribiendo la historia de esos tiempos y hay que hacer acotación a ellos, es válido esbozar ya las tres motivaciones que ha podido tener el gobierno de Duque para permitir el ingreso de pasajeros a aviones y buses, a aeropuertos y a estadios, a fiestas y a rumbas.
¿El coronavirus es una enfermedad más?
La primera, y la más publicitada, es que la crisis económica en que entró el país y que aceleró y se agravó con los 45 dias de paro resultó de mayor importancia que la salud a los ojos del gobernante, y de la gran mayoría de colombianos. Mantener el ritmo de trabajo, el consumo y la compraventa de bienes y servicios pesó muchísimo más que el derecho a la vida protegido con aislamientos y cuarentenas.
Ya casi nadie se lava las manos, y los que usamos tapabocas y escafandras de soldador somos mirados como extraterrestres.
La segunda es empalagosa pero no descartable por todo lo vivido durante estos 3 años de gobierno de Duque.
Es creer que la medida de la apertura a la pandemia diciendo que salvaban la economía es fruto de la infinita capacidad de venganza de Duque con un país que no ha valorado positivamente su gestión y apenas si el 15 % de los encuestados la califica bien.
Muy factible es que, con ese espíritu vengativo que abona la vida diaria en Colombia, el presidente y su ministro hayan pensado que si lo que han hecho está tan mal valorado, pues paremos de actuar previniendo y que se jodan.
Y la tercera, que el grupo de consejeros fantasmas que los ha dizque rodeado en esta crisis les hayan convencido que Colombia puede convertirse en el país piloto para demostrar que nada de lo predicado por la OMS para atajar el covid sirve y que es mejor seguir viviendo como si la enfermedad fuera una más, dejando que las jornadas diarias consuman el bicho sin sembrar intranquilidad.
La historia se encargará de decir si fue alguna de ellas o las tres en conjunto. Ojalá estemos vivos para oír el cuento.
Gustavo Álvarez Gardeazábal @eljodario