“La puta guerra en Colombia”, así la llama Gardeazábal por la espiral de violencia que deja la violencia en el país.

“Guerra cada vez más cruel y más dañina”, dice la “Crónica de Gardeazábal” sobre la puta guerra en Colombia que mata niños y los declara “máquinas de guerra”:

“PUTA GUERRA

No puede ser posible que seamos tan incapaces de no entender que somos patria.

Es inaudito que después de dos siglos de república insistamos en aceptar que la guerra se combate con otra guerra.

Que la violencia se castiga con más violencia.

Pero, sobre todo, que no hayamos sido capaces de superar diferencias sin enfrentarnos violentamente.

Hemos vivido 200 años armando guerras, llamándolas “conflictos” para no asumirlas responsablemente, pero lo que es peor, son también 200 años firmando armisticios, construyendo y destruyendo negociaciones de paz, pero siempre repitiendo el mismo esquema, primero acusándonos, después enfrentándonos por palabra y obra y por último matándonos para volver a repetir el camino, cesar la guerra, firmar la paz y una vez más desconocerla y hacer interminable y casi inútil la búsqueda de patria.

Ahora estamos viviendo la misma película de otros días, las guerrillas que no aceptaron la paz firmada en La Habana volvieron a declarar la guerra, el gobernante, quizás tanto o más desganado por ese pacto de paz, no ha vacilado en responder con más guerra a la nueva guerra declarada.

¿Los niños son máquinas de guerra en Colombia?

Ninguno de los bandos acepta que en los campamentos de los alzados en armas han reclutado niños y jovencitos menores de 18 años y como tal cuando se enfrentan ni los tienen en cuenta ni aprenden de experiencias iguales anteriores y cuando se los declara víctimas de la guerra los unos y los otros salen a eludir sus responsabilidades y a usar frases caducas cuando no miserables o sinvergüenzas para justificarse.

No es que los niños no sean máquinas de guerra, como las llama el indescriptible ministro, pero es que ni guerrilla ni gobernantes pueden sentirse orgullosos de hacer la misma guerra con el mismo descaro o con idéntica desfachatez y eludir responsabilidad por reclutarlos o bombardearlos sabiendo que ahí están.

Guerra abonada con más guerra. Guerra cada vez más cruel y más dañina.

Puta guerra que todavía muchos creen que debe seguirse librando para poder llegar por fin a la noción de patria que nunca encontramos.  

Gustavo Álvarez Gardeazábal.

Puede leer: https://rutanoticias.co/index.php/2021/02/22/la-escombrera-una-oprobiosa-cicatriz-sobre-medellin-gardeazabal/