La Vía de Armenia a Ibagué recorre la cordillera central, en un trazado ilógico que diariamente enfrenta a la naturaleza, incluso en el túnel de La Línea.
Pero esa vía de Armenia a Ibagué tiene otro trazado que sería más “natural” y con menos problemas ecológicos, así lo hace ver la “Crónica de Gardeazábal”, para www.rutanoticias.co:
“POR LA VÍA EQUIVOCADA
A raíz de los problemas surgidos en la carretera que lleva y trae de Armenia a Ibagué usando el túnel de La Línea, ha vuelto a ponerse sobre el tapete, en especial en redes sociales, el tema de lo acertado que hubiese sido invertir esa mil millonada en la vía que propusieron los comisionados japoneses hace 40 años
Y no haber abusado de la milenaria ruta de los indígenas que los españoles convirtieron en camino real y que el afán guerrero de Popayán de llegar más rápido a Bogotá para gobernar a Colombia, terminó sirviendo para trazar la primera carretera que cruzara la entonces tupida Cordillera Central.
Efectivamente los japoneses propusieron 3 fórmulas para cruzar la cordillera no por el Quindío sino usando las vertientes de los ríos Guadalajara o Tuluá o Bugalagrande, cada uno con fisonomía ecológica diferente para salir o a Roncesvalles o al Guamo o Chaparral.
De todas las 3 propuestas la más interesante era la que pretendía usar la cuenca del rio Tuluá dado que su recorrido desde lo alto de Las Hermosas hasta su llegada al Valle es casi rectilíneo, y como dijo el sabio Victor Manuel Patiño, fundador del Jardín Botánico, es “una vertiente que milenariamente solo ha tenido pajonales, y como es una montaña basáltica que, si bien resulta muy dura y firme y debe costar más horadarla, haría el menor daño ambiental”.
¿Cuál es el trazado ideal de la vía de Armenia a Ibagué?
Esa carretera existe y viene rio arriba desde el Jardín Botánico hasta la desembocadura del rio Loro y por este llega a un punto de la Hacienda Bosconia donde se abriría un túnel que llevaría a salir entre San José y La Virginia, a orillas del Amoyá en el Tolima, y usando siempre como guía el trazado del carreteable actual que viene desde el páramo de Las Hermosas, bajar hasta Chaparral.
Llevarla desde allí a Dolores y Alpujarra usando vías existentes y luego subirla hasta Colombia, en la cordillera Oriental para buscar el camino que lleva actualmente a La Uribe, es llegar al Llano por vías que ya están hechas.
Ampliarlas y modernizarlas es el verdadero gasto.
Lamentablemente en el gobierno Santos desecharon esta ruta y escogieron una costosísima y dañinísima ecológicamente que sale desde Pradera para ir a La Herrera, atravesando el antiguo imperio de Tirofijo en Rio Chiquito y que usando solamente el 15 % de los carreteables actuales, busca por Villavieja llegar desde Buenaventura a La Uribe tumbando montes, desbaratando reservas.
Como este proyecto está integrado a la ilusión Mar Pacífico-Puerto Carreño y tiene como meta sacar toda la producción del Llano para venderle en el futuro a los chinos, que serán dueños del mercado mundial,
valdría la pena volverlo a discutir ampliamente con sentido práctico y sin ambiciones parroquiales o pretensiones politiqueras teniendo a los chinos de socios y constructores como en el Metro de Bogotá.
Gustavo Álvarez Gardeazábal