Interactuar relanzó su línea de crédito para el Desarrollo Sostenible, una herramienta financiera diseñada para apoyar proyectos orientados al cuidado ambiental. Con foco en economía circular, bioeconomía y cambio climático, esta línea ha realizado 116 desembolsos en los últimos 6 meses, con una cartera que supera los $1.107 millones al cierre de abril de 2025.

Los beneficiarios de esta línea provienen de sectores como reciclaje, agroindustria, industria metalmecánica, alimentos, textiles, transporte, entre otros. El 52% son mujeres, y la línea está activa en regiones como Urabá, Caldas, Nordeste, Suroriente y Occidente.

En este modelo que lidera Interactuar, el financiamiento siempre debe ir de la mano de la formación, esta es la ruta de la sostenibilidad empresarial. Lo que se ha demostrado es que cuando los empresarios rurales reciben acompañamiento técnico, conexiones comerciales y acceso a crédito verde, sus unidades productivas no solo se sostienen, sino que florecen. Además, el enfoque en economía circular y bioinsumos ha permitido que los empresarios reduzcan costos de producción, aumenten su rentabilidad y sean más resilientes frente al cambio climático.

¿Qué es la Línea de crédito para el desarrollo sostenible de Interactuar?

Al respecto, Liliana Tabares, líder de Desarrollo Agroempresarial de Interactuar afirmó: “El uso responsable de los recursos naturales es una necesidad urgente. Las agroempresas que se comprometen con prácticas sostenibles son más resilientes, competitivas y están mejor preparadas para el futuro. Desde Interactuar promovemos esa transición con formación, crédito y redes de apoyo”.

Esta línea de crédito verde se refleja en proyectos como AL-INVEST Verde —ejecutado por Interactuar en alianza con SEQUA y financiado por la Unión Europea—, y que acompaña a 129 agroempresarios de municipios como Guarne, Salgar, Valparaíso, Jardín y El Peñol quienes han fortalecido su productividad en cadenas como café, cacao, avicultura y tomate.

El 61% de los empresarios aumentaron sus ventas en más del 30%, mientras que se crearon 63 empleos de tiempo completo y más de 6.000 jornales rurales. Además, el 43% de los beneficiarios fueron mujeres, muchas de ellas cabeza de hogar. En el caso de AL-INVEST Verde, 23 agroempresas han generado 25 empleos formales, 14 crearon 17 empleos de medio tiempo, demostrando que la sostenibilidad es también una fuente de empleo digno. La productividad también creció: se registraron aumentos del 61% en varias cadenas productivas gracias a la implementación de prácticas sostenibles.

El legado de AL-INVEST Verde y la evolución de los productos financieros verdes son una muestra concreta de cómo las microfinanzas pueden ser aliadas estratégicas del planeta. 

Caso destacado: Yobany Arias, sostenibilidad y productividad desde Urabá

Desde la vereda Ripea en Chigorodó (Urabá), Yobany Arias accedió a un crédito verde con Interactuar que le permitió sumar 500 gallinas certificadas a su granja avícola, duplicar su producción diaria de huevos —pasando de 10 a más de 24 canastas— y mejorar la calidad de su negocio desde lo ambiental y lo económico.

Aprovecha las heces como abono para sus cultivos de plátano, maíz y yuca, lo que le ha generado ahorros anuales superiores a los $2 millones en fertilizantes químicos. Además, reemplazó el aserrín por cascarilla de arroz, una alternativa más sostenible y saludable para sus aves.

Este Día Mundial del Medio Ambiente, Interactuar reafirma su apuesta por una sostenibilidad que se construye desde la base de la economía: la microempresa. Cuando un empresario rural recibe formación, encuentra aliados, y accede a crédito verde para transformar su unidad productiva, no solo mejora su calidad de vida, también protege los ecosistemas, dinamiza las economías locales y demuestra que el desarrollo con sentido ambiental es posible y tiene un gran impacto en el territorio y en el planeta.