La hija de Daniel Quintero, de sólo siete meses de edad, vive gracias a un trasplante de hígado, que le practicaron especialistas, médicos, enfermeras y auxiliares en el Hospital Pablo Tobón Uribe, de Medellín.
La niña nació con un problema en su hígado y solo un trasplante, con la mamá como donante, la tiene hoy viva.
Incluso, la operación se prolongó durante unas 18 horas y logró preservar la vida tanto a la mamá como a la hija.
Pero ese grupo interdisciplinario que salvó a la hija de Daniel Quintero no sirve, al parecer.
Porque el Alcalde pidió ayuda al gobierno cubano para que envié a Medellín seiscientos médicos de ese país, que normalmente no son graduados como profesionales, sino asistentes médicos en la Isla.
Y Daniel Quintero hace este saludo reverencial a Cuba precisamente el 26 de julio, día especial para la isla.
Este país celebra el 26 de julio el día de la rebeldía internacional, conmemorando el asaltó de Fidel Castro y sus muchachos al cuartel Moncada, la primera acción bélica de la guerrilla castrista.
Según la carta de Daniel Quintero, Medellín está llegando al punto de saturación de la red médica y por eso se necesitan los seiscientos médicos cubanos.
Al gobierno cubano, Medellín le pagaría por esas 600 personas.
Y Quintero hace esa agresión al sector médico de Antioquia en la ciudad donde existen cinco facultades de medicina.
Esta es la carta de Daniel Quintero al embajador cubano:
Al final del domingo, Quintero convocó a una reunión con los sectores médicos de Medellín, para aclarar los términos de su carta.
A propósito dicen en el sector médico que el alcalde “protestó” cuando le pasaron la factura de la operación de su hija, ¿ya pagó? O que el Hospital Pablo Tobón nos diga ¿quién pagó la factura?