Por tercera vez EPM “flexibilizó” las condiciones para las empresas que quieran culminar las obras de Hidroituango, en un vaivén contractual que deja claro que se quiere beneficiar a alguien, según se lee en redes sociales.
Este domingo 28 de agosto, EPM publicó en El Colombiano, un nuevo pliego de condiciones, que permite que lleguen nuevas empresas a construir las obras de Hidroituango en su etapa final, mucho más suaves que las que han aplicado para las empresas que llevan 5 meses participando en la licitación.
Curiosamente, el cierre de esa convocatoria se ha aplazado en tres ocasiones, sin que EPM explique por qué y deje que fluya la malicia popular sobre lo que realmente pasa.
Esa publicación flexibiliza la consecución del seguro todo riesgo, básico después de la emergencia que se vivió en el año 2018, y además la experiencia del aspirante a concluir las obras de Hidroituango.
Las críticas, fundamentadas y profesionales, vienen principalmente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura en Antioquia, que pide explicaciones al gerente de EPM, Jorge Carrillo, y a Daniel Quintero, a quien muchos en Medellín llaman “el nuevo samuel moreno”.
Una inquietud que preocupa es por qué se bajaron los criterios de selección de los constructores y las firmas, algo muy peligroso para una obra que viene de una emergencia y que, según el informe Pöyry, no tiene completamente claro el daño que causó la emergencia y su impacto sobre la presa.
“Obviamente no encontraron interesados, ninguna empresa va a pretender hacer un estudio de semejante complejidad en tampoco tiempo. De manera que uno no entiende el por qué el aviso con un plazo que, abiertamente, el mercado no lo va a aceptar. Esto no había pasado con EPM”, señaló el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, José Fernando Villegas.