El pasado viernes, un pasajero con diarrea obligó a que un avión que volaba del aeropuerto Internacional Hartsfield – Jackson, de Atlanta, hacia Barcelona, regresara al aeródromo y postergara su viaje durante dos horas.

En épocas donde aún no se supera la pandemia del coronavirus, el avión, un A 350 de la aerolínea Delta, debió regresar a su puerto de salida, debido a que la situación muy personal de uno de los pasajeros fue considerada un “riesgo biológico” para los demás ocupantes de la aeronave.

Según la cuenta de redes sociales FL 360 Aero, el pasillo anexo a unas 15 a 20 líneas de sillas quedó “afectadas” por el pasajero en su carrera para llegar hasta el baño, como se lee AQUI.

Tras conocerse el incidente con el pasajero con diarrea el programa ‘Versió RAC1’, presentado por Toni Clapés, logró contactar a otro de los viajeros, quien señaló que «había 15 o 20 filas afectadas, eran muchos metros. Si no lo hubiese visto, no me lo podría haber imaginado».

Los pasajeros debieron esperar cerca de dos horas mientras se desinfectaba la aeronave y se aplicaba una limpieza general a su pasillo, que incluso llevó al cambio total del tapete del pasillo central.

Afortunadamente, el pasajero con diarrea superó su problema estomacal y no fue necesario trasladarlo a una institución médica.