La Procuraduría de Colombia prohibió a Daniel Quintero y sus funcionarios pronunciarse contra la revocatoria del perverso alcalde de Medellín.
Además, el ente de control les prohibe utilizar sus cargos para tratar de interferir el proceso ciudadano.
“La Procuraduría General de la Nación solicitó al alcalde, a los secretarios de despacho, gerentes, trabajadores y particulares disciplinables del conglomerado público de Medellín, Antioquia, abstenerse de intervenir en actividades y controversias políticas…”, dice el comunicado público de la entidad.
Además, la Procuraduría les recuerda que no se debe “presionar” a los empleados para que rechacen la revocatoria y menos difundir propaganda electoral.
“El Ministerio Público reiteró el estricto cumplimiento en lo consagrado en las directivas de la Procuraduría, en virtud de las cuales deben abstenerse de utilizar la autoridad para ponerla al servicio de una causa política, presionar a subalternos para el apoyo a campañas, utilizar los elementos del servicio público o información reservada para las actividades del proceso electoral, realizar contribuciones a partidos, difundir propaganda de movimientos, ofrecer beneficios directos o disponer del horario de trabajo para propósitos políticos”, agrega la comunicación enviada al alcalde de Medellín.
Además, la procuraduría califica como “falta gravísima” la participación de Quintero y sus funcionarios en cualquier acto o evento contra de la revocatoria.
Conocido el documento oficial, el alcalde Daniel Quintero Calle volvió a su ya reconocida estrategia de hacerse la víctima y escribió que:
“Inaudito: Acabo de ser informado por la Procuraduría General de la Nación que no puedo pronunciarme ni hacer campaña en contra de la Revocatoria. ¿Qué pretenden?”, dijo el primer alcalde de Medellín que en toda la historia sufre un proceso de revocatoria del mandato.
Este sábado, los funcionarios, en una estrategia común, escribían mensajes en redes sociales contra la revocatoria, quizá reconociendo que la Procuraduría no sirve para nada.