Después de los silbidos y gritos contra Francia Márquez, vicepresidente de Colombia, ahora le tocó el turno al presidente de Colombia, Gustavo Petro, que lleva 14 meses regando el virus de la incompetencia y la falta de respeto por el país.
Esta vez fue en la ceremonia de ascenso de suboficiales en Sibaté, Cundinamarca, a la cual se había comprometido a asistir el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a las 9 de la mañana y, sin impórtale que desde tempranas horas habían llegado niños, ancianos y familias a la ceremonia, el mandatario se apareció a la una de la tarde.
Mientras los altos mandos del gobierno y de las Fuerzas Miliares lo esperaban, bajo tribunas techadas, las familias de los suboficiales que serían ascendidos pasaron las 5 horas de espera sin ningún tipo de protección:
Increíblemente el mandatario entregó una versión de por qué llegó, nuevamente, tarde: