Un seguimiento de la dirección de Ingeniería de riesgos del Grupo EPM mostró que la empresa afrontará dificultades extremas en los créditos, en su reputación internacional y que necesitará cerca de 400 millones de dólares, para cubrir sus deudas más inmediatas.
Ese estudio, se espera que sea entregado a la Junta Directiva que se reunirá este lunes 31 de agosto y que, aunque sea una Junta de papel, confronte al Gerente y al alcalde Daniel Quintero sobre la crisis que generaron y que podría llevar a la quiebra de la “joya de la corona”.
En 25 páginas, la dirección de Ingeniería de Riesgos del Grupo EPM califica las eventualidades en consecuencias mínima, menor, moderada, mayor y máxima, resaltando que los riesgos que viene son tan peligrosos que van de moderados a máximo. Y ninguno de ellos sería mínimo o menor.
La mayor preocupación nace de los créditos y la deuda en bonos (hoy EPM debe 17 billones de dólares).
¿Cuáles son los riesgos extremos de EPM?
“Pérdida de confianza del sector reasegurador, revocatoria póliza Directores y Administradores – D&O- y dificultades en las renovaciones de las demás pólizas.
“Pérdida de confianza y restricción de fuentes de crédito, incluidas garantías bancarias.
“Y la pérdida de confianza de los diferentes grupos de interés y otras audiencias específicas del Grupo EPM.
“Acciones legales en contra de EPM por parte de los tenedores de bonos.
“Cierre de cupos de crédito para cerrar todo tipo de operación.
“Dificultad para encontrar entidades financieras que hagan operaciones de contrapartes y que por tanto encarecen las operaciones y afectan los resultados financieros.
“Suspensión del desembolso de Scotiabank a la empresa ENSA programado para el 14 de agosto, por valor de USD 9,6 Millones, destinado para hacer pagos a generadores.
“La totalidad de los contratos bilaterales y la compra de energía en el mercado para Caribe Mar, deben garantizarse por medio de la figura de prepago. Valor aproximado de COP 500.000 millones.
“Caída en el precio de los bonos en USD de alrededor de 2 puntos porcentuales, lo que implica una perdida en el portafolio de los inversionistas de USD $ 27.6 millones”.
Además, el documento lanza una alerta importante. La exigencia de prepago por parte de los tenedores de bonos de EPM, ante la desconfianza en la compañía, llevaría a una pérdida del portafolio de inversión de los fondos de pensiones, trasladando la perdida a los pensionados de Colombia.
El futuro de EPM en manos de los negociantes de turno no pinta bien, y el de los proyectos de Colombia asociados a la empresa, tampoco.
Esta primera reunión de la Junta Directiva será una oportunidad para demostrar que tienen independencia y criterio y que no están allí solo por los cerca de dos millones de pesos que les pagan por cada día de asistencia.