La senadora Aida Abella fue tratada de “la vieja esta”.
“Una nueva burrada del gobierno”, dice Gardeazábal en sus “Crónicas del Enchuspado” para www.rutanoticias.co:
“No se sabe cuál de las dos actuaciones de quienes dicen que nos gobiernan fue peor.
Si la del director del magazín de televisión de las seis de la tarde al demostrar su incultura política crasa y confirmarnos su desdén por los ancianos…
O la de la señora vicepresidente, más conocida por boquisuelta que por ocupar tan alta dignidad del estado.
Que el jefe de los mocosos que administran la cosa pública se haya referido a la senadora Aida Abella como “la vieja esta” ante las cámaras de televisión que grababan la presencia virtual del staff gubernamental en la inauguración de las sesiones del Congreso, hace pensar que ni siquiera manteniendo la dirección del magazín de televisión de todas las tardes ha aprendido el juego de las cámaras ni la capacidad de registro que ellas tienen.
Es decir, que ni siquiera es capaz de asumir con dignidad el papel de dueño de su propio set…
Desde donde insiste en creer que ejerce el gobierno de la nación.
Pero, además, que se refiera tan despectiva y públicamente a una mujer anciana que desde su vinculación al partido comunista
Y después como cuasimártir de la UP, ha llegado a ser respetada no solo por quienes la han seguido y votado por ella…
Sino por quienes tenemos opiniones muy contrarias a su manera de ver…
indica muy a las claras que al puesto que le regaló el expresidente Uribe para que manejara el país llegó sin saber quiénes han sudado la gota amarga para defender nuestra democracia.
Es por eso que el puesto le ha quedado grande, muy grande.
¿Será compensada cortésmente la senadora Aida Abella?
Que la señora vicepresidente no haya revisado juiciosamente el video que sus asesores de imagen le tomaron de ese momento en que se hace referencia de “la vieja esta”, es entendible para un país que durante dos años le oye diciendo casi siempre lo que no debe decir, pero en ningún momento es explicable salvo que lo haya hecho a propósito y lo que pretendía en el fondo era aventar al foso de los leones de la opinión pública a quien tan generosamente la llevó en su fórmula presidencial.
Si lo hizo como una más de las tantas burradas que ha dicho, está pasada de haber renunciado a su responsabilidad.
Y si lo hizo como una jugada política para precipitar una crisis, el Congreso puede llevarla a juicio político por deslealtad.
Nada empero va a pasar.
Aida Abella “la vieja esta” a quien conocí y traté durante las fracasadas reuniones de Maguncia buscando la paz con el ELN, y desde entonces aprecio por su serenidad y fortaleza para entender la persecución y asumir con gran riesgo su papel de dirigente de una minoría, continuará de senadora de la nación y acaso si alcanzará al reconocimiento de medio país por haber sido ofendida, pero ni siquiera compensada cortésmente como debía haber sido.
El otro medio país debe estarse frotando las manos porque bulle en sus odios y no entiende que la paz verdadera pasa por el perdón y el olvido.