Una espontánea acción, cuando los antioqueños silban a Daniel Quintero en Medellín, recordó que de esa misma manera se rechazó la presencia en la ciudad de los entonces presidentes Alfonso López Michelsen, Virgilio Barco y César Gaviria Trujillo.

Esas silbatinas, en gran parte, generaron que López Michelsen perdiera las elecciones de 1982, ante Belisario Betancur, y que Barco y Gaviria no volvieran a Medellín durante el resto de sus mandatos.

En videos masivos en redes sociales se ve cuando los aficionados silban a Daniel Quintero en Medellín, en el estadio Atanasio Girardot, y le gritan palabras soeces, las mismas que durante los años 80 y 90 escucharon López, Barco y Gaviria.

A López Michelsen, lo silbaron en Medellín en protesta por su reconocido odio por los antioqueños, que se tradujo en muchos desaires desde su gobierno hacia el departamento.

A Virgilio Barco los antioqueños, con silbatinas constantes cuando venía a la ciudad, le criticaban la actitud hostil que siempre mostraron el mandatario, y sus principales funcionarios, contra el Metro.

Esto llevó finalmente a la parálisis de las obras del Metro de Medellín, que desde 1989 hasta 1992 dejaron al proyecto en el aire y que incrementaron sustancialmente el valor final de la obra, que llegó hasta unos 2.600 millones de dólares.

¿Por qué César Gaviria odia a Medellín?

A César Gaviria, elegido presidente para el período 1990 a 1994, se le silbó porque durante los dos primeros años de ese gobierno rechazó cualquier apoyo al Metro y finalmente, ante las silbatinas y la presión de los industriales, acordó crear una línea de créditos blandos que permitieron reiniciar en 1992 las obras, las cuales culminaron con la puesta en marcha del Metro el 30 de noviembre de 1995.

Ahora los antioqueños silban a Daniel Quintero en el estadio por la destrucción que muestra Medellín, por los casos de corrupción que aparentemente lo rodean a él y sus hermanos, a quien ya les dicen «los nuevos Samuel Moreno», y por sus incoherencias y ataques contra industriales, empresas y los propios habitantes de la capital paisa.

Abucheado, silbado e hijueputeado, Daniel Quintero pareciera iniciar su retroceso como Alcalde de Medellín.

Y esta silbatina parece ser el comienzo del fin de Daniel Quintero como Alcalde de Medellín, tanto que incluso se ve cuando un niño se esconde del alcalde y se protege detrás de su papá.

Mientras la silbatina se ve masivamente en videos en redes sociales, avanza la recolección de firmas para la revocatoria de Daniel Quintero, primer paso para llamar a votar en contra del mandatario y la posterior convocatoria a alecciones para elegir un nuevo alcalde.