Twitter y Facebook suspendieron las cuentas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al igual que hace poco YouTube había “tumbado” una columna de Gardeazábal.
¿Son Twitter y Facebook los nuevos dueños del mundo?, pregunta de “Crónica de Gardeazábal” para www.rutanoticias.co:
“Cuando hace una semana conté a mis lectores y oyentes que mi crónica # 86 fue excluida de las publicaciones de YouTube y detallé como fui oficialmente informado por las directivas de esa red de las razones para hacerlo, la gran mayoría consideró que se trataba de una payasada gardeazabalesca que solo buscaba más público para mis comentarios provincianos.
El 7 de enero, cuando las redes de twitter y face le suspendieron de un tajo las cuentas al presidente en ejercicio de los Estados Unidos, muchos aplaudieron conmocionados como estaban todavía por la forma como el señor Trump había azuzado el fracasado autogolpe contra el Congreso.
Otros, tal vez fanatizados por las actuaciones del presidente gringo, pusieron el grito en el cielo porque se estaba coartando la libertad de expresión.
Pocos han reparado que tanto la exclusión de que fue objeto mi humilde crónica como la que sufre el poderoso mandatario norteamericano son la demostración de que el mundo tiene nuevos dueños.
Pero, sobre todo, que sin terminarse los efectos de la pandemia se ha implantado un nuevo orden mundial y que quien trate de enfrentarlo o de contradecirlo tan siquiera, quedará excluido del verdadero poder absoluto de la información y el reconocimiento, el cual reside en las redes sociales.
¿Son twitter y facebook una nueva inquisición?
Cuando twitter anunció la suspensión definitiva de la cuenta del todavía presidente de los Estados Unidos apelando al riesgo de las nuevas incitaciones a la violencia,
se partió en dos la historia del mundo y se entronizó en las democracias occidentales una nueva pirámide del poder.
Lo que ha sido reemplazado oficialmente no es la forma de gobierno que ha regido la evolución histórica totalitaria de los zares rusos o de los emperadores chinos,
sino la respetada, aunque reformada estructura de los derechos y deberes que nos enseñaron los griegos.
Para el presidente mexicano, López Obrador, lo que ha surgido es la nueva inquisición,
igual a la que los reyes españoles y otros monarcas católicos se inventaron después del descubrimiento de América para enfrentar al protestantismo,
surgido de la iglesia de Lutero, con la disculpa de que perseguían era a los judíos que mataron a Cristo o a las brujas que les competían a los intermediarios de Dios en la tierra que residían en el Vaticano.
No es tiempo de calificar lo que está sucediendo, es momento de describirlo y para eso lo mejor es repetir la comunicación oficial que las directivas de You Tube me enviaron para advertirme respetuosamente que como allí “no se permiten contenidos en los que se difunda información que contradiga las informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de las autoridades sanitarias locales en lo referente al COVID‑19, incluidos aquellos que hagan referencia a métodos de prevención, tratamiento o diagnóstico del COVID‑19” , mi crónica # 86 fue excluida.
Más claro no canta un gallo y si algo ha enseñado la historia es que a los poderosos hay que reconocerlos.
Gustavo Álvarez Gardeazábal