En siete puntos, los exmiembros de la Junta Directiva de EPM consignaron su malestar con el nombramiento de Alejandro Calderón Chatet en la empresa y su principal reclamo fue resaltar que “un gerente de EPM debe actuar con pulcritud y transparencia”.

El cuestionamiento de los exdirectivos nace de las denuncias sobre la hoja de vida del nuevo gerente y su aparente “falsedad” en sus estudios profesionales.

Denuncias que confirman que un gerente de EPM debe actuar con pulcritud y transparencia, o de lo contrario la entidad perdería “confianza y reputación”.

¿Qué dicen los exdirectivos sobre el  traumático nombramiento del nuevo gerente de EPM?:

1.    El 9 de febrero anterior, advertimos la preocupación que nos generaba la decisión de la elección del gerente en propiedad del Grupo EPM; hoy, ante las informaciones que en buena hora han revelado diversos medios de comunicación, esa preocupación se materializó luego de que se realizará un “proceso de selección” que terminó en el nombramiento de una persona cuyas credenciales académicas y de idoneidad para tomar las riendas de una de las empresas más importantes del país, están siendo públicamente cuestionadas.

2.    El Código de Buen Gobierno Corporativo del Grupo EPM, materializado en lo correspondiente en el Acuerdo Marco entre la Empresa y su propietario la Alcaldía de Medellín, establece que para la elección del Gerente del Grupo Empresarial de EPM se deben cumplir unas condiciones de experiencia e idoneidad que, a la luz de lo expuesto en las últimas horas, el actual funcionario no reúne.

De igual manera resulta relevante que este funcionario conozca sobre el entorno en el que se desenvuelve una empresa de servicios públicos, ya que es deber tener el foco en los usuarios.

3.    El respeto de las reglas básicas del Gobierno Corporativo, constituye una garantía para priorizar la gestión técnica y la orientación estratégica empresarial en un mercado competido como en el que actúa el Grupo EPM; contar con una visión de futuro y de largo plazo; ser sostenible e independiente en materia financiera; y actuar con pulcritud y transparencia en el ejercicio de la actividad empresarial de una entidad de naturaleza pública, entre otros.

Dichas reglas han sido construidas de la mano del propietario de EPM (la Alcaldía de Medellín), los usuarios y los ejecutivos del Grupo, razón más que suficiente para que sean respetadas y acogidas con rigor y sin excepciones por las sucesivas administraciones municipales.

4.    Vemos con mucha preocupación cómo una decisión tras otra va erosionando a una velocidad dramática, el robusto gobierno corporativo que tantos años costó construir y que hoy, por cuenta de la improvisación, la inexperiencia y la falta de rigor, se encuentra gravemente debilitado, poniendo en riesgo el futuro inmediato del Grupo económico y de sus empresas, de los habitantes de Medellín y la estabilidad energética de Colombia.

Es oportuno en este punto precisar que los buenos resultados del 2020 son la inercia de un equipo técnico y comprometido, pero se están perdiendo estas dos características, lo cual lamentablemente se irá evidenciando en los resultados de los próximos años.

5.    Este nombramiento engrosa la lista de equivocaciones cometidas que afectan al Grupo EPM.

Hoy es un hecho que los cimientos del gobierno corporativo de la organización, su confianza y reputación están en entredicho; enviando de paso, una señal equivocada al mercado, a las calificadoras de riesgo, al sistema financiero nacional e internacional, a empleados y demás grupos estratégicos de interés para su operación.

6.    Hemos sido reiterativos en que hay que parar cuanto antes el manejo errático y carente de todo criterio técnico al que está siendo sometida la compañía y sus filiales.

Repetimos que nuestro interés es que al Grupo EPM se le restaure cuanto antes la confianza, el manejo profesional y los lineamientos del gobierno corporativo, para llevar de nuevo a la compañía por el rumbo correcto.

7.    Insistimos en el urgente llamado para que pongamos en el centro del debate el futuro operacional del Grupo EPM, fuera de los criterios equivocados que en este momento vienen guiando las decisiones de los responsables de su dirección.

Es importante que las instituciones y organismos competentes, tomen las acciones que sean del caso.

Cordialmente,

Alberto Arroyave, Andrés Bernal, Claudia Jiménez, Carlos Guillermo Álvarez, Carlos Raúl Yepes, Elena Rico, Gabriel Ricardo Maya, Javier Genaro Gutiérrez, Javier Gaviria Betancur, Luis Fernando Álvarez, Luis Fernando Arbeláez, Manuel Santiago Mejía, Oswaldo León Gómez, Rubén Fernández y Tatyana Aristizábal.

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