Yo quiero que Ahumados Toto, en Halloween se dedique a “alimentar el alma de los niños” señaló Luis Eduardo Álvarez cuando recién pasaban la pandemia y el encierro del coronavirus, y llegaba una fiesta infantil que ese 31 de octubre estaba marcada por el aislamiento social.
Esos días, que supuestamente debían ser de felicidad, llegaban cuando muchas familias sufrían por un alimento diario.
“Así como a mí me dieron comida”, nosotros con Ahumados Toto, en Halloween, lo vamos a hacer con los niños y desde entonces, cada Halloween, la empresa reparte en el Parque de Aranjuez una. o dos, hamburguesas a cada niño que se acerque (incluso a aquellos que, llevados por el hambre, quieren repetir hamburguesa).
“Nosotros en realidad no tenemos un límite, el año pasado repartimos 3.000 hamburguesas y paramos cuando se nos acabó la carne”, señaló Katherine Álvarez a www.rutanoticias.co.
Pero este 31 de octubre la celebración del Halloween, con una hamburguesa para cada niño, será un homenaje especial a Luis Eduardo, quien falleció en este 2024.
¿Quién fue Luis Eduardo Álvarez?
Desde la muy cafetera región de Fredonia Luis Eduardo Álvarez se vino a Medellín, buscando un mejor futuro y alejándose de un pueblo, “donde no había nada que hacer”.
Llegó hasta el Parque de Aranjuez y se enamoró dos veces. Primero del Restaurante Tolucho, donde le dieron empleo y comida mientras “se volvía citadino”. Era tan buen trabajador y tan juicioso con el manejo de la plata que poco a poco el dueño le fue dando más responsabilidades, y mejor salario.
Muy pocos meses después de llegar, Luis Eduardo le ofreció al dueño del Restaurante comprárselo, a la vez que anunciaba que quería ser el novio de la hija. «Así se convirtió en dueño de los dos. Del negocio y de la hija», dice Katherine.
Ya como propietario, Luis Eduardo Álvarez descubrió que no era tan fácil administrar y la prueba más fuerte se presentó cuando un proveedor de carne le falló varios días seguidos: Entonces, empezó a moler carne para hamburguesas, con tan buena suerte que el “voz a voz” sobre su calidad y sabor se regó y de una familia pasó a dos, a tres, a cuatro y cinco que le compraban solo a él…así que llegó la hora de pasar a vender en un local de la Plaza Minorista.
Era el año 2005 y miemtras el restaurante crecía también nacía Ahumados Toto.
15 años después, en medio del fin de la pandemia del coronavirus, Luis Eduardo dijo a los hijos que quería que el Halloween de los niños de la comuna fuera diferente y empezó a regalar una hamburguesa, dos, tres o cuatro hasta llegar a las 3.000 que entregaron a los niños el año pasado.
Este año, en su memoria, sus hijos estarán toda la tarde en el Parque de Aranjuez rindiendo homenaje a la memoria de su padre, alimentado el alma de los niños con una hamburguesa y hasta a los adultos que, alertados por el “voz voz”, quieren saber si esa carne es están buena como muchas familias y 3.000 niños lo dicen.