Aviones y hoteles se unen en el turismo, quizá el sector más golpeado y que demorará más en recuperarse tras la pandemia, dice Gardeazábal.
Además, ese mundo de aviones y hoteles pinta mal ¿O soy pesimista?, pregunta Gardeazábal:
“Al mismo tiempo que se conocía un cada vez más creciente listado de aerolíneas internacionales que, como Avianca, han decretado la quiebra o se han acogido a las normas de reestructuración de sus distintos países.
Y casi al mismo tiempo que los fabricantes de aviones y la IATA nos han informado del número de pedidos cancelados a las fábricas de esos aparatos y de los miles de pilotos que han suspendido las empresas aéreas que quieren seguir funcionando.
Todo, en el mismo día, se adornó como la cereza en el pastel con las declaraciones de don Alfonso Ávila, el presidente de Easy Fly, quien tal vez sea el personaje más respetado en Colombia del área aeronáutica.
Dice don Alfonso, con la claridad que lo caracteriza, que si se adopta la pretendida norma de suprimir una silla para aislar dos pasajeros, es como si los aviones de 180 pasajeros volaran con el 54 % de sus sillas vendidas.
Y que en el caso de Easy Fly, que son asientos de dos filas a lado y lado de la cabina, se reduciría a vender el 40% de la capacidad de sus aviones. En ambos casos y para poder compensar costos, las tarifas aumentarían entre el 43 y el 54 %.
Pero agrega lo que es válido para otras muchas clases de negocios que sus potenciales clientes serán “quienes estén desempleados, que tengan menos ingresos, que hayan quebrado o que ya no tienen ingresos”.
¿Aviones y hoteles sobrevivirán al Covid 19?
Por otro lado Gustavo Toro, presidente de Cotelco expresó que las ventas de habitaciones en hoteles se han desplomado en un 98%. Que escasamente tienen un 2.7 por ciento de ocupaciones las que comparadas con el 59.96% del mes de febrero muestra la gravedad de la crisis hotelera colombiana.
Para él, que es finalmente el directivo de una agremiación no un dueño ni administrador, las soluciones son todas tan burocráticas como si aquí no hubiese pasado nada.
Pretende hacernos creer que diseñando un sello “juntos contra el covid” y renovando procesos de registro o añadiendo las metodologías de distanciamiento y de desinfección de habitaciones y equipajes que pide Minsalud, los clientes van a volver a los hoteles y los bancos, con la garantía del estado, van a prestarles más plata para reinventarse.
Me da mucha pena, pero el señor Toro está pifiado. Si no hace las cuentas que muestra el señor Ávila de Easy Fly, los hoteles no van a levantar.
Y no lo harán porque si los clientes de los aviones son los descritos por el presidente de la empresa aérea, pero que usan los aviones por necesidad, los hoteles que montaron hasta febrero un esquema sobre la ilusión del turista convencido y satisfecho, no van a tener con qué llenar ni un 20 % de sus instalaciones. Y si son hoteles que se plegaron a las prebendas financieras e impositivas que auparon los gobiernos de Uribe y Santos para volver a Colombia un país de gran oferta turística, el asunto pinta muy mal.
O ¿será que hoy, en el día 56 del encierro para viejitos amanecí muy pesimista?