Muchas veces el cine nos hace reconocernos en un personaje. Calle de la Humanidad 8 muestra a cada vecino, amigo o familiar que vivió el encierro durante la cuarentena.
Con miedos y valentías, alegrías, amores y tristezas que fueron igual en Medellín o en el París de la película.
“París está en cuarentena por la pandemia, y los singulares residentes de un edificio de apartamentos deben adaptarse a su nueva vida… y a convivir con los demás”, dice Netflix sobre esta comedia que retrata exactamente a los seres humanos y que ya es tendencia en esa plataforma.
Y allí están el paranoico, el egoísta, el solidario, el youtuber que despertó con la pandemia y además quien lo perdió todo. Al fin y al cabo, son “siete familias que viven en el edificio de apartamentos parisino en el número 8 de la Rue de l’Humanite, y no escaparon al campo cuando llegó el coronavirus. Tres meses de vida bajo llave revelarán lo mejor y lo peor de estos vecinos”.
En esta tensión que cada uno de nosotros vivió en la cuarentena y el encierro obligatorio, surgirán los momentos” más esperanzadores de la pandemia”, porque el fin y al cabo, en Medellín o en París, “Necesitábamos un virus para conocernos”.
Dirigida y protagonizada por Dany Boon, Calle de la Humanidad 8 merece verse, como comedia y como tragedia, pero sobre todo por reflejar esos meses que despertaron lo mejor, y en algunas ocasiones lo peor, de los seres humanos durante la cuarentena del coronavirus.