Alejandro Char es la carta fuerte de la costa caribe para buscar la presidencia de Colombia, dice Gardeazábal.

En sus “crónicas del enchuspado”, para www.rutanoticias.co, Gardeazábal cuenta como Alejandro Char se prepara para suceder a Iván Duque:

“De manera muy astuta, y bien goteada, la Costa se ha quedado con tres altos cargos del estado, la Defensoría, la presidencia del Senado y ahora con la Procuraduría.

Pareciera como si estuviera ajustando el engranaje para dar el zarpazo final y volver a tener, después de tantos años, un presidente. 

Por encima de todos los calificativos que el país ha terminado por abonar a la actuación de la clase política costeña, esos tres altos cargos han quedado en manos de tres ciudadanos de quienes lo máximo que puede decirse es que se trata de un gocetas como Arturo Char, de un experto cocinero de comida árabe (y muy bien casado) como Camargo o de una imitación barranquillera de la señora Thatcher como lo es Margarita Cabello.  

Atrás quedaron las interpretaciones funambulescas que se han hecho de la manera como se gastan el presupuesto oficial o de la ventaja que les han cogido en desarrollo social y batalla contra la pobreza las otras regiones de Colombia.  

Usando su poder parlamentario, agudizando su corronchería hasta volverla cubiertos de oro de un palacio versallesco,

Pero sobre todo dando el paso en el preciso momento político en que había de darse, se han quedado con la Defensoría del Pueblo, la Presidencia del Congreso y la Procuraduría General de la Nación. 

¿Tiene Alejandro Char el andamiaje para ser Presidente?

Ahora van por la presidencia de la república, que les ha sido ajena desde cuando el país se cansó de reelegir a Rafael Núñez en el siglo 19.

Y, obviamente, los ojos están puestos en quien ha generado una imagen de excelente gobernante como alcalde de Barranquilla una y otra vez hasta el punto de darse el lujo de no bajar del 80 por ciento de favorabilidad en 8 años de mandatos: Alejandro Char.

Pero no va a ser fácil porque la plutocracia bogotana no perdona a quienes le rompen sus caducos estilos de asumir el poder.

Casi nadie en este país le ha visto vestido como los tradicionales políticos colombianos y muy pocas veces lo han registrado sin su cachucha caribeña.

No creo que haya dormido dos noches seguidas en Bogotá.

Pero hace parte de una alianza que ha dado muchos resultados en Barranquilla, la de la política y la clase empresarial.

Tiene un engranaje electoral representativo en los 7 departamentos de la costa y pertenece a una familia adinerada, dueña de la aprestigiada cadena de almacenes Olímpica y guarda como reserva fundamental la opción de volver radio hablada las dos o tres docenas de emisoras que solo pasan música todo el día. 

No faltan sino 20 meses para convocar las urnas y elegir presidente y al ritmo que van las cosas, muchas situaciones increíbles pueden suceder en un país vuelto añicos económica y emocionalmente con la pandemia nunca derrotada, pero hay que decirlo, los costeños ya tienen montada la estructura para acomodar su edificación al modelo que se requiera