La concejal Luz María Múnera presentó en el Concejo de Medellín una serie de fotos inéditas que demostrarían como la crisis de Hidroituango estaba anunciada y que muchas de las empresas contratistas cobraron, pero no hicieron las obras para las que les pagaron, sin “que EPM hiciera nada”.

Además, con un documento que radicó en el Concejo de Medellín, Luz María Múnera demostró como desde abril 21 se estaba anunciando la tragedia que casi acaba con el megaproyecto y provoca una gran tragedia en las comunidades que viven abajo de la Central Hidroeléctrica.

Bajo la mirada de odio (o de rabia, o de cansancio) de Jorge Londoño de la Cuesta, Gerente de EPM, la concejal explicó durante 38 minutos los grandes errores cometidos en el megaproyecto, como la idea de taponar el túnel de desviación antes de determinar la obra, la no recolección del material que flotaba sobre las aguas de la represa, la presión para acabar la Hidroeléctrica y así empezar a generarle recursos a la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia.

Según la concejal Múnera, desde el 21 de abril se envió un comunicado en el que se solicitaba la suspensión de las obras, sustentado con fotografías que evidenciaban la cantidad de material flotante en el río.

 “La carta significaba que tenían que sacar del río la capa vegetal, pero no la que EPM decía que venía del Valle, sino la que la empresa Refocosta quitó de las montañas y tiró al río, lo que hizo que se taponara el conducto y ocurriera la contingencia actual”, aseguró la concejal.

En una réplica de casi una hora, los directivos de EPM desvirtuaron, según ellos, lo que mostró la concejal y el documento de advertencia sobre la crisis.

“En estos 90 días hemos tomado decisiones muy costosas para el proyecto, como el lleno prioritario y la inundación de casa de máquinas, pero que nos permiten decir que en la contingencia van cero muertos y cero desaparecidos… Hasta que no se cierre el paso de agua por casa de máquinas, seguimos en una condición indeseable”, explicó Londoño de la Cuesta, para agregar que se tardarán por lo menos otros seis meses en terminar las obras de mitigación actuales.