Los damnificados de CDO, la empresa que construyó los edificios Space, Calasania, Continental y Asensi, entre otros, llevan siete años soportando burlas aquí, y allá.

Primero los engañó la constructora.

Luego el gobierno de Federico Gutiérrez se hizo el “bobo” con la tragedia.

Y hasta hoy la justicia sigue su lento peregrinar buscando culpables. Y soluciones.

Su tragedia empezó cuando la etapa seis del edificio Space colapsó y acabó con 12 vidas.

Una primera revisión de los órganos de socorro lleva al desalojo inmediato de todo el complejo de edificios.

Y después de otras obras de CDO y su ingeniero estrella, el “calculista” Jorge Aristizábal, quien volvió ricos a los dueños de la constructora al “ajustar” todos los cálculos estructurales para ahorrar materiales, a cambio de la seguridad del edificio.

Según se conoció en el juicio de responsabilidades, en esas obras de CDO se cometían hasta 6.000 inconsistencias en la mezcla y utilización de los materiales de construcción.

Si bien algunos damnificados de CDO recibieron una compensación, menor al valor del apartamento que poseían, otros no aceptaron la negociación.

Y hoy siguen con las deudas en los bancos, pagando impuesto predial y todas las tasas contributivas posibles.

Su esperanza era que el gobierno de Federico Gutiérrez comprara el lote y construyera allí un gran parque para esta zona de Medellín.

Pero el Alcalde, anteriormente ingeniero residente en CDO y empleado de los Villegas, prefirió mamarles gallo cuatro años y nunca ayudarlos.

¿Y qué pasó con la constructora CDO?

Por eso, 36 dueños de apartamentos en el edificio Space, otros 70 de Continental y una cifra igual de propietarios en Asensi no recibieron ni un solo peso, pero siguen con las deudas.

Y hoy, de sus apartamentos queda un “coco” cada día menos valorado, ya qué en el día y la noche es constante el robo de puertas, ventadas, grifería, maderas, cables, pisos y ahora ladrillos.

Su única compensación, hasta hoy, es que la justicia condenó a los directivos de CDO, Jorge Aristizábal, Pablo Villegas y María Cecilia Posada, a cuatro años de cárcel.

Arsitizabal, Posada y Villegas además recibieron sanciones para ejercer su profesión. Mientras que CDO desapareció y ahora, según dicen muchos, construyen bajo la sombra de otra empresa.