Cuando se unen tres mentes perversas solo salen cosas negativas. Cuando se unen un ex alcalde acusado de corrupción, y abusador de mujeres, con otro abusador de mujeres, donde está hasta su propia esposa y madre de sus hijos, y periodistas perdidos o golpeados por sus parejas y necesitados de salario ¿Qué podría salir mal? Bueno, hasta sale un ataque al Metro de Medellín.

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Este jueves el país se sorprendió cuando en un programa de Señal Colombia se entrevistaba al ex alcalde Daniel Quintero calle, el más cuestionado en la historia de Medellín, y uno de los periodistas señaló que la Cultura Metro se debía a que “… es que la Oficina de Envigado funciona…es que aquí hay muchas cosas en Medellín que no se hacen o, si se hacen, las castiga la oficina de Envigado…”

Todo eso sin que Quintero Calle dijera una sola palabra en defensa de Medellín, o del Metro de Medellín.

¿Qué es la Cultura Metro?

Ante las críticas el propio Metro resaltó que la Cultura Metro nació en 1995 como un “modo de relación positivo consigo mismo, con el otro y con el entorno”.

Y la verdad es que esa “Cultura Metro” es más una forma de convivencia y respeto alrededor del orgullo que produce que el sistema de transporte masivo sea el único de Colombia, que toda su estructura de vagones y trenes sea ejemplo de limpieza y que allí se integran ciudadanos de todos los estratos y zonas del Área Metropolitana y que, finalmente, más de 30 años después de su inauguración permanezca casi impecable.  

Pero mientras los antioqueños, en su inmensa mayoría, salieron a defender al Metro de Medellín una de las que integra la minoría, Lina Arango, una mujer muy “golpeada” en el marco de su vida, salió con un trino que, parecía, le fue escrito por Gustavo Petro en uno de sus momentos de más “claridad”:

“No niego que funcione y el Metro está muy bien. Que haya conciencia del otro lo celebro, pero eso no niega lo muy facha que es esa tal cultura Metro. Es un sistema público de transporte obsesionado con la higienzación también tan facha, excluyente y autoritario…”, señaló la Arango.

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Con solo leer ese sesudo escrito se entiende que cuando se unen mentes perversas solo salen cosas negativas. Y hay que hacer una pregunta, ¿El ataque al Metro de Medellín fue un montaje premeditado entre Daniel Quintero y los directivos y periodistas de RTVC y Señal Colombia?