El desfile de Silleteros 2023 tendría una gran carencia, no habrá palcos ni graderías para empresas, ni para ciudadanos.
Detrás, como en todo lo de la alcaldía de Daniel Quintero, a quien llaman el nuevo Samuel moreno, está una pelea política y de comisiones que afecta el normal desarrollo de la ciudad.
Hace pocas semanas, la alcaldía le pidió a Gabriel Jaime Rico y a Alejandro Arias que apoyaran políticamente a Juan Carlos Upegui, el candidato designado como el “sucesor oficial” de Daniel Quintero.
Además, que Arias, del grupo político de Rico, integrara la lista de Independientes al Concejo de Medellín.
Como muchos otros políticos, Rico se dio cuenta que hoy la ciudad está polarizada contra Daniel Quintero y sus secuaces y prolongó su respuesta… y nada que decía sí, hasta que finalmente se le “fue a Quintero” y postuló a Arias, pero en la lista al Concejo por el Partido Verde.
Esa decisión, llevó a que todas las “cuotas” de Rico y Arias salieran de las secretarías de Desarrollo Económico, de Cultura y del Bureau.
El problema, para Quintero y sus secuaces, es que a pocas horas de la ley de garantías salieron contratistas claves en la contratación de la logística, programación y eventos de la Feria de las Flores y del Desfile de Silleteros 2023, entre ellos, quienes manejaban el “proveedor” de las tarimas.
En Colombia, solo existen dos empresas con la capacidad de alquilar, adecuar y montar graderías para público masivo (con resistencia a pesos y esfuerzos) y las dos ya las alquilaron para otros eventos.
¿Qué mentiras inventará Daniel Quintero?
Ante la crisis que se viene para el “disfrute” del Desfile de Silleteros 2023, por la no existencia de graderías en su recorrido, este lunes en la Alcaldía de Medellín convencieron al alcalde de convocar a dos anuncios:
El primero decir, en su lenguaje populista, que el desfile será “otra vez para el pueblo en la calle” y no para quienes paguen por una tarima.
Y el segundo anuncio será decir que la Alcaldía no pudo contratar las tarimas, “… porque el Concejo no autorizó la transferencia de 330 mil millones de pesos de Empresas Públicas de Medellín”, que ya se volvió en caballito de batalla para tapar la incapacidad de Daniel Quintero y sus secuaces.
Además, se ofreció a una empresa, de un señor Villa, que él monte unas tarimas y que él mismo cobre por su uso, sin tener claridad si esas graderías cumplen con todas las normas de seguridad.
Villa es presionado para que diga rápidamente que sí, gracias a contratos que tiene en otras dependencias, porque el solo montaje de tarimas se toma entre 5 y 7 días y el Desfile de Silleteros 2023 es en cuatro semanas.
Pero, la crisis política por la “volada” de Rico y Arias sigue y la Alcaldía busca que otras cuotas políticas, con cargos en Plaza Mayor y otras dependencias, pero “protegidas” por la ley de garantías, “renuncien” voluntariamente.
Por el momento, les quitaron toda la capacidad de contratación de la que “disfrutaban”.