Fue un “trasteo” poco convencional. Y nadie sabe ¿por qué?… pero Diana Osorio sacó todas sus cosas del piso 12 de la Alcaldía de Medellín, algunas por el ascensor privado (el cual solo pueden usar ella, el alcalde Daniel Quintero y el jefe de seguridad, …y nadie puede supervisar) y otras a la vista de todos, por el ascensor público.
“Todo es mío… yo compré todo”, señaló ante los curiosos visitantes y empleados que veían como, por el ascensor público, sacaban muebles, cuadros, artículos decorativos, computadores, y hasta el más mínimo elemento de la oficina de Diana Osorio, gestora social de Medellín.
En la oficina, solo quedaron el escritorio de la secretaria y una mesa para el computador de la asistente.
Era como si un “huracán”, de esos tan usuales en Estados Unidos, hubiera pasado y se llevara todo, o como si fuera necesario huir rápido.
Raro, porque aún quedan 5 meses para que la “familia” tenga que salir del piso 12 del Alcaldía y Daniel Quintero, a quien llaman el nuevo samuel moreno, entregue “el poder”.
Y, también raro, porque generalmente esa oficina tiene un inventario que es “oficial”, el cual hay que recibir, al llegar, y entregar, al salir.
Por eso, sería muy interesante saber el ¿por qué de ese trasteo tan temprano?
Con una oficina vacía es difícil que a Diana Osorio la vuelvan a ver por el piso doce de la Alcaldía de Medellín, justo en momentos en que avanza la campaña política y la polarización de la ciudad contra quienes diariamente son mencionados en posibles actos de corrupción, pero también en momentos en que Day Vásquez y Nicolás Petro enseñan lo peligroso de los conocidos que se vuelven testigos.
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