El mítico Alto de la Línea aún sigue como eterno dolor de cabeza para viajeros y transportadores de carga.

Pero no es el único, a ese Alto de la Línea se unen vías que descongestionarían al país, en Nariño, Cauca, Antioquia, el eje cafetero y otros departamentos, y que ya tienen el diagnóstico sobre cómo hacerlas útiles, pero cuyos estudios se quedan en los escritorios de los gobernantes:

“LA LÍNEA

La primera vez que llegué a Ibagué, viajé desde Tuluá en tren hasta Armenia, allí nos subimos en unos Cadillac colectivos que, apenas llegaban a la cuesta de Alcanza perros, daban giro y subían por varios kilómetros en reversa.

Era un niño por lo que de eso puede haber sido hace 70 años.

Desde entonces estoy oyendo cada tanto de la modernización de la carretera de La Línea, de las opciones de modificarla más aún y a fé que todo este tiempo mucho se ha logrado.

Pero desde ese tiempo, también, vivo oyendo que la Línea se cerró por un derrumbe o por una falla geológica o porque las obras nuevas que le hicieron quedaron mal construidas.

Y, al mismo tiempo, vuelvo a oír el cuento de la necesidad de ampliar la carretera que desde Mariquita sube a Manizales. De lo que nadie ha vuelto a hablar es de la idea de hacer una tercera vía que cruce la milenaria cordillera Central y le solucione de una vez por todas el eterno problema al país. Las otras dos carreteras que existen, apenas si han ascendido a segunda categoría.

Los paisas nunca fueron capaces, con ministros o presidentes o sin ellos, de hacer verdadera autopista la carretera de Guarne a Puerto Triunfo y ahí sigue como un carreteable endeble.

Los popayanejos y huilenses se han dejado mamar gallo de todos los gobiernos y primero acabaron los asesinos de la naturaleza con reservas como las de Meremberg, que de volver carretera de verdad la trocha entre la capital caucana y La Plata o convertir en una vía de verdad la de Isnos a Paletará, que han empezado tantas veces.

Cuando fui gobernante de mi terruño y después gobernador del Valle escarbé en los archivos los planos y los informes de la Comisión Japonesa que consiguió Jorge Leiva y que ofreció par de alternativas para una carretera alterna a La Línea saliendo una de la mitad del Valle y llegando al Guamo y otra desde Pradera hasta Rioblanco.

En los últimos años del gobierno Santos, el frenético Vargas Lleras insistió y empujó la nueva vía Buenaventura – La Uribe usando parte de esa ruta de Pradera.

Todo se ha quedado ahí y por estos días, en vísperas de elecciones medio país corre el riesgo de quedar paralizado porque la vía, de Cajamarca a Ibagué ya lleva tres días interrumpida o permitida con dificultad y en la de Manizales a Mariquita nunca han podido tener un plan de contingencia real que permita volverla razonablemente utilizada en esas oportunidades.

Se la dejan al desorden de la Policía de Carreteras o a las órdenes cruzadas de los trasportadores. Es Colombia.

Gustavo Álvarez Gardeazábal.

El Porce, mayo 27 del 2022. Escuche el audio aquí: https://www.spreaker.com/episode/49966021