No es un chiste y puede parecer grotesco, pero no lo es. El Muro Verde de la Alcaldía de Medellín tiene a la administración municipal con un dilema…regarlo o no regarlo, porque si lo riegan les toca aguantar todo el día el olor a pipí de los baños.
Como todo en la administración de Daniel Quintero Calle, a quien llaman el nuevo samuel moreno, el Muro Verde fue una chambonada, aunque le dejó mucha plata a los “creadores”.
Según el informe “oficial”, el Muro Verde (construido por el Area Metropolitana del Valle de Aburrá) costó 3600 millones de pesos ($ 3.600.000.000) y es el segundo más grande de toda Latinoamérica.
En total son 1.840 metros cuadrados de muro verde y 96.676 plantas sembradas en la fachada oriental del edificio de la Alcaldía de Medellín, lo que lo convierte en el segundo muro verde más grande de Latinoamérica.
La idea era buena, aunque costosa, pero el error llegó cuando implementaron el sistema de riego automático y se dieron cuenta que llevar el agua desde el sistema de acueducto central, en los primeros pisos, significaba comprar, instalar y dejar funcionando una bomba de agua, lo que les dañaba su “ganancia”. Entonces, decidieron “tomar el agua” de los baños de los pisos superiores.
Y ahí vino el problema, mientras se esté regando el Muro Verde de la Alcaldía de Medellín no se pueden usar los baños de los pisos superiores, o si se pueden usar, pero no hay agua para vaciar los baños.
¿Qué harán con el Muro Verde de la Alcaldía de Medellín?
Además, el riego debe iniciarlo (o activarlo) uno de los funcionarios de la Alcaldía de Medellín, lo que significa que debe hacerlo, pero en horario laboral porque a nadie dejan entrar al piso 12 de la Alcaldía.
Conclusión de todos los días en el municipio, riegan el Muro Verde de la Alcaldía de Medellín, hacen pipi o se aguantan el olor de los baños.
Por el momento, según lo marchitas y secas que lucen las plantas, parece que se decidieron por hacer pipí tranquilos, y dejarle los chamizos y el problema a la administración entrante.